Madre Giovanna, 73 años de misión al servicio de los niños de la India
Falleció ayer la madre Giovanna Alberoni, ex superiora general de las Ursulinas de María Inmaculada. En 1978, gracias a la ayuda extranjera y de la India, logró transformar la Sagrada Familia de Bandra, un modesto hogar de ancianos, en un hospital misionero. No recordaba la cantidad de niños que ayudaron a nacer.
Mumbai (AsiaNews) - La misionera italiana Madre Giovanna Saveria Alberoni, ex superiora general de las Ursulinas de María Inmaculada, falleció ayer, 18 de enero. Tenía 94 años. Era miembro de la Comunidad Shalom, y directora del Hospital Sagrada Familia de Bandra, ubicado en suburbio de Mumbai.
La Madre Giovanna ingresó al noviciado en 1946, llegó a la India en 1948 y se graduó en el Lady Hardinge Medical College de Nueva Delhi. Desde entonces, comenzó a trabajar en centros de salud de la India, sobre todo en las salas de maternidad de los hospitales de Kanpur, Calicut, Vaiythiri y Mumbai.
En una entrevista con AsiaNews, Sor Giovanna había dicho: "El llanto de un recién nacido es un himno a la vida". "El aborto - prosiguió - es una falta de respeto a la vida, es matar. Independientemente del nombre que se le dé, el aborto es un asesinato. Yo creo en la vida. El llanto del recién nacido es un llanto, pero a la vez es un himno a la vida". No recordaba el número exacto de bebés que ayudó a dar a luz, pero contó: "Siempre he estado en el campo neonatal, así que el número debe ser grande".
En 1978, gracias a la ayuda extranjera y de la India, sor Giovanna logró transformar un modesto asilo de ancianos de Bandra, la Sagrada Familia, en un hospital misionero, que ofrece estudios de diagnóstico, tratamientos, primeros auxilios y medicina preventiva.
Sor María Giovanna Alberoni llamada cariñosamente "Madre Giovanna", nació en 1926 en San Giorgio Piacentino, Italia, y asistió a un curso de formación en la escuela de las Ursulinas. Al finalizar el curso, la directora madre Bianca Franchini le permitió continuar sus estudios y obtener el diploma de maestra de escuela primaria.
La Madre Giovanna debía continuar sus estudios en la universidad, pero la experiencia de la Segunda Guerra Mundial, la fe recibida en su familia y su compromiso con la vida de la parroquia, alimentaron la semilla de su vocación religiosa. La Madre contaba que cuando su madre estaba embarazada de ella, le pidió al Señor tener un varón y que fuera sacerdote.
El Hospital de la Sagrada Familia es actualmente una institución de excelencia en el campo de la salud. Cuenta con 260 camas y ofrece atención médica de primer nivel sin dejar de cumplir con el objetivo original: responder a las necesidades de la comunidad sin distinción de casta, credo o religión.
En 2012, la hermana Maria Giovanna recibió el prestigioso "Premio Nobel de las Misioneras" de la Asociación Cuore Amico de Brescia, que cada año distingue a las personalidades más destacadas del ámbito misionero. En ese momento había cumplido 64 años de servicio misionero en la India.
La religiosa era representante de la asociación Heron, que ayuda a los niños de escasos recursos a ir a la escuela. El programa opera en India, Brasil y África y muchos de sus estudiantes han obtenido títulos en enfermería y otros campos. Hasta la fecha, más de 3500 niños han recibido ayuda de los fondos asignados para este proyecto.
Sor Giovanna dijo a AsiaNews en una oportunidad que "En el campo de la medicina siempre debemos mostrar misericordia; la profesión médica no es posible sin misericordia. Debemos ser testigos del rostro misericordioso del Padre. Siempre rezo para hacer la voluntad de Dios. Y lo que hago, lo hago por el Señor”.
La hermana Beena, UMI, también pertenece a la Comunidad Shalom. Es subdirectora del Hospital de la Sagrada Familia y presidenta nacional del Sister Doctors Forum of India. Ella dijo a AsiaNews: "La Madre Giovanna era una misionera con una visión". “Con su manera de ser siempre atenta y sonriente conquistaba el corazón de todos. Puso al servicio de la congregación todas sus capacidades. Fue superiora de la misión en la India, superiora provincial de la provincia central y superiora general. Gracias a su dedicación y arduo trabajo, abrió una rama misionera en África. Era sobre todo un ser humano maravilloso. Trataba a todos con cariño maternal”.
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