Médico indio: Que la innovación médica no pretenda sustituir al Creador
En Bombay se realizó la 21ra reunión de enfermeros católicos. El Dr. Pascoal Carvalho expuso sobre cuestiones éticas de la ingeniería genética. Cita la doctrina de la Iglesia en lo que respecta a la clonación humana y el uso de células madre. Debe prevalecer el respeto de la dignidad humana, “desde la concepción hasta la muerte natural”.
Bombay (AsiaNews) – La innovación médica, que siempre se vale de las tecnologías más modernas a fin de mejorar la existencia, no debe ceder a la “tentación de replicar, de forma artificial, la creación”, colocándose en el lugar del Creador. Es lo que afirmó el Dr. Pascoal Carvalho, médico de Bombay y miembro de la Pontifica Academia para la Vida, durante el 21er encuentro de enfermeros católicos, que se desarrolló del 8 al 10 de noviembre.
El médico presentó su relación el 9 de noviembre frente a una platea de más de 200 trabajadores de la salud católicos. Frente a técnicas que son cada vez más confusas, y que van desde la clonación “terapéutica” al uso de las células madre, pasando por la modificación del ADN humano, él no tienen dudas. “En esto, nos infunde tranquilidad la sabiduría de la Iglesia”, afirmó, pues “ésta subraya claramente que la dignidad de la persona humana debe ser reconocida en cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural”.
El Dr. Carvalho enumeró algunos ámbitos de investigación médica que plantean serios interrogantes morales y de índole ética: entre ellos figuran las células madre, la modificación de embriones y del ADN. Según él, en la época contemporánea se “subestima la amenaza de las técnicas de modificación genética y las repercusiones de la clonación y de la genoterapia”. Si bien es cierto que hay resultados positivos en la “clonación terapéutica”, cuyo anhelo es reconstruir en el laboratorio órganos y tejidos para ser trasplantados al enfermo de modo de disminuir el riesgo de rechazo, por otro lado hay una “clonación reproductiva”, como la que condujo al nacimiento de la oveja Dolly, que pretende reproducir seres vivos.
Así mismo, el Dr. Carvalho pone en guardia respecto a las investigaciones que tratan de laterar el ADN del organismo. Por ejemplo, cita el famoso caso del científico chino que en el 2018 declaró que en el ámbito del laboratorio había logrado crear dos gemelas inmunes al virus del HIV. Ese experimento, resalta, “redujo su expectativa de vida y podría haberlas vuelto más susceptibles de contraer otras enfermedades, más comunes”.
El médico cita la Instrucción Dignitas Personae, que define como inaceptable cualquier tentativa de clonación humana, ya que representa “una grave ofensa a la dignidad de la persona y a la igualdad fundamental entre los seres humanos”. En cuanto a la clonación terapéutica, prosigue el documento, “es necesario precisar que «crear embriones con el propósito de destruirlos, aún cuando sea con la intención de ayudar a enfermos, es totalmente incompatible con la dignidad humana, ya que convierte la existencia de un ser humano, aún cuando esté en estado embrional, en nada más que un instrumento para ser usado y destruido. Es gravemente inmoral sacrificar una vida humana por una finalidad terapéutica»”. En lo que respecta a las células madre, el Dr. Carvalho recuerda la doctrina de la Iglesia, que examina el método con que éstas son recogidas: “Han de ser considerados lícitos aquellos métodos que no procuren un grave daño al sujeto del cual se extraen las células madre. Dicha condición se verifica, generalmente, en el caso de la recolección a) de tejidos de un organismo adulto; b) de la sangre del cordón umbilical, en el momento del parto; c) de los tejidos de fetos muertos, de muerte natural”.
Cualquiera sea el caso, dice en conclusión, “la tecnología genética moderna plantea nuevos cuestionamientos morales, por su intento de crear un nuevo ser humano. En esto podemos reconocer el elemento ideológico del hombre que intenta ponerse en el lugar de su Creador”.