Más víctimas palestino-israelíes, incursiones de colonos: el temor a una 'guerra civil'

Después del ataque al asentamiento de Eli, tres palestinos murieron en su vehículo al ser alcanzado por misiles disparados por un dron, en un estilo ya antes visto de "ejecuciones selectivas". Activista palestino: La ocupación militar acaba con las esperanzas de paz. Al menos 400 colonos atacaron un pueblo, casas y autos quemados. Cuatro víctimas israelíes. Justicia y misericordia: la llamada del Papa a la ROACO.

Jerusalén (AsiaNews) - Más víctimas, nueva sangre derramada por israelíes y palestinos en una espiral que parece no tener fin, alimentada por los dirigentes de los dos países que a falta de un verdadero liderazgo recurren al uso de la fuerza para intentar -en vano- aniquilar a la otra parte en un conflicto interminable. Los últimos cronológicamente son tres palestinos armados que murieron dentro de su vehículo cerca de Yenín alcanzados por uno o varios misiles lanzados desde un dron. Este método recuerda a las ejecuciones "selectivas" del pasado, invocadas repetidamente en los últimos días por diversos miembros del gobierno israelí, mientras que otros afirman que el trío se disponía a atacar un puesto militar.

Adel Misk, neurólogo y activista palestino, ex portavoz de The Parents Circle, asociación que reúne a unos 250 familiares israelíes y 250 palestinos de víctimas del conflicto, considera que la ocupación militar es el nudo en torno al cual se desenreda todo el conflicto. "Hoy Yenín, antes Naplusa, Belén", explicó a AsiaNews, "allí donde surge un fuego de resistencia, hay una intervención militar para sofocarlo". "Una agresión", dice, "que mantiene en jaque a 3,5 millones de palestinos y a otros dos millones en Gaza. Y esta opresión genera más violencia", a lo que se suma que ahora los colonos "se sienten más libres para actuar y atacar, como ocurrió ayer con 400 de ellos que agredieron e incendiaron casas y autos, a cara descubierta, porque no porque no tienen que tener miedo de ocultar su identidad, y con las armas en la mano". A nivel internacional, concluyó, hay "un gran desinterés", pero seguir en esta dirección conducirá "hacia la guerra civil".

Una escalada de violencia y derramamiento de sangre que certifican las cifras publicadas por Naciones Unidas: al menos 27 israelíes murieron a manos de palestinos desde principios de 2023. En el mismo periodo, las fuerzas armadas y los colonos israelíes abatieron a 156 palestinos, entre ellos 26 niños.

Sobre los atentados, y las víctimas, en Tierra Santa se mantiene alta "la atención" del Papa Francisco, como confirmó esta mañana al recibir en audiencia a los participantes a la 96ª Asamblea Plenaria de la ROACO (Reunión de las Obras para el Apoyo a las Iglesias Orientales) y a la Conferencia de la Juventud. El Pontífice recordó los "planes de paz" de Dios en la Biblia, que sin embargo nos muestra desde el principio la "violencia de hermano contra hermano: Caín y Abel, la matanza de los inocentes", como sucede también desde hace tiempo entre israelíes y palestinos. El Papa subrayó, sin embargo, que el criterio no es el de la venganza con el asesinato de Caín, su vida perdonada es "el primer acto de justicia y misericordia".

Palabras de paz, que contrastan con lo que está sucediendo en la zona. La operación con drones es sólo el último acto de una larga serie de ataques y enfrentamientos en los últimos días, que se suman a las acciones de represalia de los militares con la estrella de David contra aldeas palestinas, en respuesta al asesinato en Cisjordania de cuatro colonos israelíes en el asentamiento de Eli. Los palestinos denuncian que, en un fuego cruzado entre israelíes y palestinos, murió un joven de 27 años, Omar Qatin, durante una incursión de al menos 400 colonos judíos en una aldea cercana a Ramala. Los atacantes incendiaron o intentaron incendiar al menos 60 coches y 30 edificios. Otros tres palestinos resultaron heridos.

Otros ataques de colonos israelíes vinculados a la extrema derecha religiosa golpearon después Huwara, Luban Sharqia y otros pueblos palestinos, dejando decenas de palestinos heridos. Según un cálculo aproximado, también se incendiaron 120 vehículos palestinos. Ayer también murió en la cama de un hospital la palestina Sadil Naghnegha, de 15 años, gravemente herida en la cabeza por una bala perdida cuando se encontraba en su casa durante una incursión realizada dos días antes por soldados del ejército israelí en Yenín.

En esas mismas horas, Israel celebraba los funerales de Nachman Mordoff, Elisha Anteman, ambos de 17 años, Harel Masood, de 21, y Ofer Fayerman, de 64, los colonos muertos en el ataque armado en Cisjordania. En respuesta al tiroteo y las muertes, el gobierno israelí dio luz verde a la construcción de mil nuevas viviendas en el asentamiento de Eli. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, "acordaron avanzar inmediatamente" con la planificación, aunque no facilitaron ningún otro calendario. "Nuestra respuesta al terror", dijo el primer ministro, "es arremeter con dureza y construir en nuestra tierra". No está claro si las nuevas unidades proceden de las 4.560 ya propuestas en toda Cisjordania ocupada o si son independientes, como especula el Jerusalem Post.