Los obispos católicos rusos rezan por la paz

de Vladimir Rozanskij

La 56ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal se reunió en San Petersburgo. El llamado a dedicar todos los esfuerzos a la defensa de los derechos de la Iglesia y de la libertad religiosa. Se prestó una atención particular a la formación de los candidatos al sacerdocio. La Iglesia debe estar libre de toda forma de coacción y violencia.

Moscú (AsiaNews) - La 56ª asamblea plenaria de la Conferencia de Obispos Católicos de Rusia (KKER) se celebró hace unos días en el seminario "María Reina de los Apóstoles" de San Petersburgo. El arzobispo de la Madre de Dios de Moscú, Mons. Paolo Pezzi, presidió el encuentro. Asistieron el obispo de la Transfiguración de Novosibirsk, monseñor Josif Werth, el obispo de San José de Irkutsk, monseñor Kirill Klimovič, el obispo de San Clemente de Saratov, monseñor Klemens Pikkel, junto con el obispo auxiliar de Moscú y San Petersburgo, monseñor Nikolaj Dubinin (OFM Conv), el nuncio apostólico monseñor Giovanni D'Aniello y el secretario de la KKER, el padre Stefan Lipke (SJ).

También participaron en la conferencia el asesor de la nunciatura, Mons. Petr Tarnavsky, el director de la fundación benéfica "Renovabis", P. Tomas Schwartz, los directores de la Unión de Comunidades Religiosas de Rusia (Corsum), Sor Oksana Britik (Usjk) y el P. Darij Kharasimovič (OFM Conv), junto con el rector del seminario, Mons. Sergei Timašov.

Los obispos renovaron su llamamiento a orar por la paz, pidiendo a los católicos y a los creyentes de todas las confesiones que recen por toda la humanidad, y especialmente por las personas de Ucrania y Rusia, acompañando su oración con ayunos y actos de misericordia. Se expresó un sincero agradecimiento a los colaboradores de "Cáritas Sur de Rusia" y a todos los que han ayudado a los refugiados "de todos los orígenes y orientaciones", esperando una colaboración cada vez mayor de todas las personas de buena voluntad, tanto en este campo como en todas las formas de atención a los necesitados.

En el "ambiente de tensión" que predomina actualmente, la KKER pide a los sacerdotes que se esfuercen por defender los derechos de la Iglesia, y en primer lugar el derecho de los creyentes a profesar su fe libremente, especialmente en los hospitales, los lugares de detención y todas las demás instituciones sociales. Se levantaron todas las restricciones relacionadas con la pandemia de Covid-19, llamando a todos los sacerdotes y creyentes a mantener medidas razonables de cuidado y prevención. Se recordó la importancia del servicio de las comunidades religiosas y de las personas consagradas, expresando el deseo de reforzar cada vez más esta cooperación fructífera.

La formación de los candidatos al sacerdocio fue un tema al que se prestó particular atención, señalando la dinámica positiva del seminario, y abogando por la importancia de un mayor desarrollo del preseminario. Los laicos tienen ahora la oportunidad de recibir formación teológica en el Instituto "San Juan Crisóstomo" del Seminario de San Petersburgo. Por el momento sólo se puede participar en los cursos de forma presencial, pero se está preparando una modalidad de participación a distancia.

Se expresó una gran gratitud por los frutos del proceso sinodal, que va a continuar en la discusión de temas importantes, en el espíritu de apertura y diálogo dentro de las Iglesias locales, y también participando en las dimensiones continentales de Europa y Asia, y a nivel universal, hasta el otoño de 2024. Uno de los deseos de los obispos rusos es el desarrollo de los contactos con las Iglesias locales de otros países, renovando la tradición de los encuentros con los obispos católicos de Asia Central.

Los obispos se proponen hacer todo lo posible para que la Iglesia católica en Rusia sea cada vez más un espacio libre de toda forma de coacción y violencia, tanto para los niños y jóvenes como para los adultos. Para ello, se propone organizar cursos de formación a todos los niveles, en particular para quienes participan en el acompañamiento de las víctimas de la violencia en diversos contextos.

En 2023, la Iglesia rusa conmemorará algunos acontecimientos significativos, como el 240 aniversario de la eparquía original de Mogilev, los 150 años de la consagración de la Pro-Catedral de la Asunción en San Petersburgo, y también los 100 años de la confiscación de los bienes eclesiásticos por los bolcheviques. Estos aniversarios también brindarán la oportunidad de aclarar las numerosas preocupaciones sobre la gestión actual de los bienes y edificios de la Iglesia católica, especialmente en la ciudad de Moscú.