Los muyahidines contra Tirana (y EE. UU.): han entregado 'datos sensibles' a Teherán

En una redada del 20 de junio la policía albanesa confiscó cientos de computadoras y discos duros. Parte del material, que contenía información sobre los movimientos que luchan en el exterior contra el régimen teocrático, habría ido a parar a manos de Teherán. Récord de ejecuciones en la República Islámica: 354 personas en los primeros seis meses del año.

Teherán (AsiaNews)- Tiembla la disidencia, o la “resistencia” iraní en el exilio que teme que informaciones altamente confidenciales y datos sensibles relativos a personas que, desde el exterior, intentan oponerse al gobierno de la República islámica hayan ido a parar a manos del régimen de los ayatolás. La posibilidad no es nada remota después de los duros enfrentamientos con la policía de Tirana que protagonizaron los grupos militantes y opositores que hace tiempo eligieron Albania como base. En estas horas, en efecto, altos funcionarios iraníes afirman haber recibido parte de los discos duros confiscados a opositores por los agentes albaneses en las redadas posteriores a los enfrentamientos: si así fuera, dice una fuente de AsiaNews, los núcleos de la Resistencia, los partidarios del MEK y sus familias en Irán "estarían en grave peligro de ser arrestados, torturados y ejecutados".

El 20 de junio pasado se registraron un muerto y cientos de heridos durante los allanamientos de la policía albanesa en el campo de refugiados de Ashraf-3, en los suburbios al noroeste de la capital, donde viven desde hace más de una década miles de muyahidines del pueblo iraní (MEK) y sus familias. Presuntamente los agentes usaron gas pimienta y confiscaron cientos de computadoras que contenían valiosa información sobre los contactos y operaciones del movimiento político disidente, uno de los más activos en la lucha desde el exterior contra la teocracia que gobierna el país desde la revolución de 1979.

En un comunicado de la secretaría del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (NCRI), los dirigentes piden claridad a los gobiernos de Tirana y Estados Unidos, ante el temor de que las computadoras y memorias incautadas al MEK hayan terminado en manos de Teherán. El contenido de la nota está relacionado con el anuncio que hizo el 3 de julio Sepehr Khalaji, jefe del Consejo de Información del Gobierno, difundido por la agencia Fars, próxima a los Pasdaran, según el cual Teherán ha recibido "parte de los discos duros y de los ordenadores". Estos contendrían valiosas "informaciones" que permitirían "identificar" figuras de la resistencia, con resultados que se consideran "prometedores". En los últimos 10 días los medios y funcionarios iraníes han hecho correr rumores sobre supuestos contactos entre "el aparato de seguridad [del régimen] y países como Albania". Por esa razón los dirigentes del MEK han pedido "aclaraciones" a las autoridades albanesas y estadounidenses, para que "desmientan" la noticia y aseguren "total transparencia" sobre el asunto.

"Si las graves noticias sobre la colaboración con el fascismo religioso en Irán contra el MEK y la entrega de una parte de los 213 ordenadores y discos duros incautados" fuera "cierta", prosigue el comunicado, sería "una catástrofe humanitaria" y una "violación de los derechos humanos". “La responsabilidad -continúa- recae en los gobiernos” de Washington y Tirana. “Compartir cualquier información sobre el MEK con el régimen criminal iraní, que ha sido condenado 69 veces por violaciones de derechos humanos por la Asamblea General de la ONU y otros organismos internacionales, es una línea roja que debe ser seguida por los tribunales internacionales”.

Lo más preocupante son los "elogios" de la agencia oficial de noticias iraní Mehr dirigidos a la policía albanesa por su actuación contra el MEK, e incluso ésta recibió las felicitaciones del Ministerio de Inteligencia (MOIS). Por último, según el diario virtual Hamshahri, que recoge las palabras del general de brigada Esmaeil Kowsari, existen "desde hace varios meses" una intensa "comunicación entre los aparatos de seguridad de Irán y de países como Albania, con resultados muy positivos". Lo que justifica perfectamente la preocupación de los grupos de resistencia dentro y fuera de Irán.

En el frente interno, por otra parte, los ayatolás continúan con los ahorcamientos en serie, como muestran las cifras proporcionadas por Iran Human Rights (IHR). En el primer semestre de 2023 ya han sido ejecutadas 354 personas, una escalada que supera con creces las cifras de los años anteriores. En 2022 el verdugo se había "limitado" a 582 ejecuciones, de las cuales 261 se llevaron a cabo en los primeros seis meses (lo que supone un aumento del 36% para el año en curso). Entre los ejecutados en 2023, al menos 206 fueron condenados por delitos de drogas (+126% respecto al año anterior), aunque esta motivación también se utiliza para condenar a muerte a disidentes y opositores. También hay un elemento racial en las ejecuciones: Teherán ha atacado de manera desproporcionada a grupos étnicos no persas, especialmente los baluch, que representan el 20 por ciento.