Los militares birmanos han realizado “el más grande robo de recursos naturales de la historia"
Yangon (AsiaNews/Agencias)- Las compañías mineras dedicadas a la extracción de jade, ligadas por un doble filo a los vértices del ejército birmano, han perpetrado “el más grande robo en tema de recursos naturales en la historia moderna”. Es cuánto denuncian los activistas del Global Witness, Ong especializada en la lucha contra la expropiación de los recursos naturales, en un reciente informe en el cual emerge que el año pasado fueron extraídos preciosos por 31 mil millones de dólares de las minas del país. Y los datos del último decenio podrían ser aún mayores, con volúmenes también superiores a los 120 mil millones de dólares.
Los datos que surgieron de la investigación muestran una facturación de al menos tres veces superior a los 12,3 mil millones de dólares vendidos a China, el destinatario final de casi todo el mercado de preciosos que salen de Myanmar. Un mercado, el de los preciosos, de enorme valor y que complicó el ya difícil recorrido de democratización del país, por la falta de transparencia y la involucración de personajes claves ligados a la dictadura militar que está en el poder desde el año 2011.
Hpakant, en el Estado Kachin, teatro de una sangrienta guerra entre el ejército y los rebeldes, es la zona en la cual surge el más importante centro en el mundo de la extracción de jade y las autoridades birmanas han fijado fuertes restricciones y vínculos al acceso. Los investigadores del Global Witness, Ong con base en Londres, lograron obtener imágenes que muestran el importante tráfico de camiones articulados que transforman las montañas en paisajes lunares.
Expertos y activistas confirman que para obrar al interior de la zona de Hpakant son necesarios estrechos ligámenes con el alto círculo militar. Por otro lado las más importantes compañías mineras citadas en el informe son- más o menos directamente- conectadas con el ejército, en cambio del mantenimiento del cese del fuego y de una relativa calma.
“Si una familia del alto círculo del ejército no posee una compañía kinera en el sector del jade- afirma Michael Davids, director para Asia del Global Witness- se trata de una mosca blanca, más única que rara”. Estas familias han construido “una fortuna enorme en dinero”, a menudo del valor de “decenas o centenares de miles de dólares”.
Entre las familias más en vista en el comercio de jade está la del ex –generalísimo Than Shwe, padre- patrón de la ex Birmania desde el años 1992 al 2011, autor en los años en que estuvo en el poder de brutales represiones contra su mismo pueblo y del arresto de centenares de opositores. Muchos están convencidos que él, si bien se retiró de la vida política activa, sea aún una de las personalidades más influyentes en la vida del país. Según cuánto emerge del informe del GW: “Jade: el gran secreto de Estado de Myanmar”, las compañías relacionadas con la familia Shwe han ganado más de 220 millones de dólares en el solo bienio 2013-2014.
En vista de un posible cambio en el gobierno con las elecciones del 8 de noviembre a las puertas, las más importantes compañías mineras han acelerado sus operaciones de extracción, en el temor de una revocación de las concesiones o de las imposiciones de límites y vínculos. Sin embargo, según los expertos también frente a una victoria de la Liga nacional para la democracia (NDL), el principal partido de oposición en Myanmar, el cambio de tendencia en el sector de la industria minera será “muy lento”. “Debería llegar alguien- concluye Davids- con una política totalmente nueva para el sector”.
