Los migrantes como mercancía de intercambio: Turquía alza el precio con la unión europea
Ankara pide seis mil millones de euros para enfrentar la crisis humanitaria. “Fin de la emigración ilegal”. Los migrantes ilegales deberían ser deportados a Turquía. Pero por cada migrante rechazado, la UE debe acoger a un refugiado sirio. Para junio viajes a Europa sin visa para los ciudadanos turcos y facilitaciones para la integración de Turquía en la UE. Libertad de prensa y derechos humanos en peligro.
Bruselas (AsiaNews)- La Unión europea (UE) y Turquía han establecido un acuerdo de máxima para enfrentar la crisis de los migrantes que de las costas turcas llegan a Europa, sobre todo a Grecia. No hay todavía una decisión final, pero el acuerdo prevé:
1) Que todos los migrantes irregulares que llegan a Grecia sean tomados por Turquía;
2) Que por cada migrante que regrese, Europa acepte a un refugiado sirio huésped de Turquía;
3) Que la UE destine lo más pronto posible otros tres mil millones de euros a Ankara por la ayuda a los refugiados hospedados en Turquía, otros tres mil millones además de los ya pedidos ( y que Europa todavía no ha enviado).
A todo esto, Ankara exige se agregue:
1) Que desde junio de 2016 sea posible viajar de Turquía a Europa sin visas;
2) Que se reinicien los diálogos para la entrada de Turquía en la Unión Europea.
Hablando ayer a la noche después de un encuentro en Bruselas, el Premier turco, Ahmet Davutoglu precisó que era importante mirar el acuerdo sobre los refugiados como un único paquete que incluye también una mayor integración de su país en la UE.
Los ministros de los 28 países UE ahorcados por la crisis de los migrantes que se acumulan en las costas de Grecia y que quisieran alcanzar Europa. El flujo de más de un millón en sólo 2015 ha creado dificultades en muchos países de tránsito (Macedonia, Serbia, Croacia, Austria), rechazados en muchos otros países que aceptarían una cuota de migrantes (Polonia, Italia, Francia, Suecia), hasta amenazar la clausura de fronteras entre Estado y Estado, poniendo en crisis el tratado de Shengen, que permite entre los países UE el libre tráfico de mercaderías y personas.
El acuerdo será completado en próximas discusiones previstas para el 17-18 de marzo.
El presidente del Consejo europeo, Donald Tusk definió el acuerdo como “una vía de salida” que anuncia el fin de la inmigración ilegal en Europa. Pero diversos analistas notan algunas fallas. Por ejemplo: muchos de los migrantes que llegan a Grecia provienen de situaciones de guerra (Siria, Afganistán, Irak…). ¿Es realmente posible reenviar a los refugiados de vuelta a sus patrias violando las leyes internacionales? Otro problema es cuánto sabrá respetar Turquía este acuerdo. En los meses pasados surgieron connivencias entre gobernantes, policía y organizaciones turcas en el tráfico de seres humanos hacia Grecia.
Además, hay diplomáticos que ven como un chantaje el poner junto a la problemática de los refugiados los pedidos de facilitar la integración de Turquía en la UE y con los enormes pedidos económicos. En lo que se refiere a éstos últimos (seis mil millones de euros), Davutoglu garantizó que “ni siquiera un sólo euro será usado para los ciudadanos turcos” y que “cada euro será utilizado para los prófugos sirios”. También hay que decir que Turquía hospeda a unos dos millones setecientos mil refugiados, en su mayoría sirios.
La integración con la UE es aún más problemática: en los años pasados ella detuvo su admisión en la Comunidad porque Turquía no respondió a los 72 pedidos europeos de revisar las leyes turcas, para mejorar la situación de las minorías, de las mujeres, de los derechos humanos, entre ellos la libertad de prensa. Justamente en estos días impresionó mucho la clausura del periódico Zaman - periódico crítico contra el régimen de presidente Erdogan- y las dimisiones obligadas de su director.
Al inicio del encuentro en Bruselas, Christopher Deloire, secretario general de Reporter sin fronteras preguntó: “¿La UE se dejará humillar por Turquía sobre la libertad de prensa?”.