Los intelectuales, académicos y ciudadanos en defensa de la democracia (bajo ataque) en Indonesia

de Mathias Hariyadi

Cientos de personas han promovido una "petición pública" para conseguir la derogación definitiva de la norma que elimina la elección directa de los consejeros y auditores. En la mira también el presidente electo Jokowi, apenas unos días antes del juramento. Las oligarquías, los poderes fuertes y la oposición, encabezados por el derrotado Subianto, prometen batalla dentro y fuera del Parlamento.

Yakarta (AsiaNews) - Cientos de intelectuales, profesores y académicos en Indonesia, en representación de decenas de universidades de todo el archipiélago, han lanzado una "petición pública" para obtener la "derogación definitiva" de la norma que ha eliminado la elección directa de gobernadores y alcaldes. El objetivo de la iniciativa puesta en marcha en los últimos días, es archivar una norma votada al final de la legislatura del Parlamento saliente y restaurar el derecho de elección a los ciudadanos. Para los nuevos miembros de la Asamblea, que tomó posesión en estos días de los asientos en el parlamento, la tarea de archivar una ley fuente de controversia y garantizar el principio de "soberanía popular".

No sólo el mundo de la cultura, sino también movimientos de la sociedad civil y ciudadanos de a pie reviven la demanda de "elección directa" de los administradores, como el mejor ejemplo de la democracia y la defensa de la ley. La norma fue aprobada el 26 de septiembre por la facción cercana a Prabowo Subianto, candidato presidencial y derrotado por Joko "Jokowi" Widodo, a cuatro días del cierre de la legislatura, es inmoral y una señal de un intento de erradicar el "espíritu democrático" del país.

Y en contra de la coalición Blanco-Rojo de Subianto apuntan el dedo los intelectuales y activistas de Indonesia, acusándolo de apoyar a una oligarquía política que proyecta una sombra oscura sobre el futuro democrático de la nación. Las críticas incluso no escatiman al Partido Democrático (DP) del presidente saliente, Susilo Bambang Yudhoyono, quien, a pesar de oponerse, en principio, a la anulación de la elección directa, al momento de la votación se salió de la sala favoreciendo de hecho el cambio.

Mientras tanto, continúa la guerra sin fin - mediática y no - en algunos sectores de la política y los negocios en Indonesia contra el futuro presidente Jokowi, apreciado por los ciudadanos y la sociedad civil, pero objetivo de los grupos extremistas y la facción conservadora del país. En las últimas horas le ha tocado al empresario de primer plano Hasyim Djojohadikusumo, hermano menor de Subianto, lanzar el guante al nuevo Jefe de Estado, hablando de "cuestiones personales" y prometiendo batalla desde los primeros días en el cargo.

La acusación del hombre de negocios, que había apoyado a nivel económico el ascenso a gobernador de Jokowi, es haber utilizado el antiguo cargo como trampolín para alcanzar el asiento más codiciado en el país. Dejando, de esta manera, a mitad del camino de la reforma y revitalización de la gobernación de la capital indonesia.

Detrás de los cargos se refleja la impaciencia de la derrota en las elecciones presidenciales de su hermano mayor a manos de Jokowi, pero es una confirmación de la presencia en el país de una gran hostilidad al ascenso político del ex gobernador de Yakarta. Y este frente trasversal, que también incluye el lobby bancario y las finanzas, no hacen nada para facilitar la tarea que le espera al reformista presidente electo; la población civil alimenta enormes expectativas, quizás incluso superiores a la misma posibilidad real, visto que en el Parlamento los partidarios del Jefe de Estado están en minoría.

Cabe en este contexto, el anuncio del partido de Subianto, que le gustaría eliminar - después de alcaldes y gobernadores - incluso la elección directa del presidente, devolverla al Parlamento como lo fue en la época del régimen de Suhuarto, que tenía el control total de la Asamblea.