Los héroes no huyen: encarcelaron a Ilya Jashin

de Vladimir Rozanskij

Dos meses de prisión preventiva para el diputado de la Duma de Moscú. Arriesga un máximo de 10 años por haber difundido "falsedades" sobre el ejército. Al igual que Navalny, Jashin es uno de los pocos opositores que no han huido del país. El frente anti-Putin sigue vivo en Rusia.

Moscú (AsiaNews) - La represión de los opositores al régimen de Putin ya casi no ocupa los titulares rusos. Sin embargo, la detención del diputado de la capital, Ilja Jashin, causó un gran revuelo. Se trata de una de las figuras más destacadas y aún en actividad después de que Aleksej Navalny y muchos de sus seguidores fueran enviados a prisión y tantos otros opositores huyeran al extranjero.

El tribunal de Bassmannyy, en Moscú, decretó el 13 de julio la detención de Jashin y su prisión preventiva por dos meses. El político ahora podría ser condenado a una pena de hasta 10 años. Lo acusan de difundir "noticias falsas sobre el ejército" a raíz de un vídeo publicado en YouTube el 7 de abril en el que hablaba de asesinatos en masa en Bucha y en los alrededores de Kiev.

En la filmación, Jashin acusa a los soldados rusos de crímenes de guerra, citando un vídeo de la BBC sobre lo ocurrido en Bucha. El diputado fue trasladado desde su piso, donde se llevó a cabo un registro, tras el cual se añadió un cargo de resistencia a un funcionario público por no entregar voluntariamente las llaves de todos los muebles y cajones de su casa. Posteriormente una pequeña multitud de partidarios de Jashin se reunió frente a los tribunales y fueron detenidos por turnos.

Jashin es una de las pocas figuras de la oposición que consiguió un escaño en la Duma de Moscú en las elecciones locales del año pasado gracias a los mecanismos navalnistas del "voto útil", a los que el régimen se opone por todos los medios. También es uno de los pocos opositores que ha seguido el ejemplo del propio Navalny, permaneciendo en Rusia a sabiendas de que se enfrentaría a una dura persecución. En las redes sociales de sus simpatizantes le piden que escape: "¡huye o acabarás en la cárcel!". El hecho es que en el programa de televisión de Jurij Dud (que también fue detenido), Jashin dijo que ya estaba "listo para el campo de concentración”.

Un colega de Jashin, el diputado Aleksej Gorinov, del distrito de Krasnoselsky en la ciudad de Moscú, también fue condenado a siete años de prisión por "decir falsedades". Su arresto inauguró la aplicación de las disposiciones de la ley recientemente aprobadas. Los dos meses de prisión preventiva de Jashin, innecesarios antes de la acusación, son una señal de que el caso tiene un enfoque represivo. Y no presagian nada bueno para el resultado del juicio, explica su abogado Mikhail Birjukov.

La defensa tiene la intención de recurrir ante el Tribunal Constitucional para cuestionar el auto de procesamiento y los métodos de detención, y el propio Jashin quiere "luchar hasta el final" para defender sus derechos y la libertad de expresión en general. Como él mismo dijo: "No es normal que esté prohibido cuestionar los comunicados de prensa del Ministerio de Defensa". Los amigos y simpatizantes del diputado no creyeron en la detención sino hasta el último momento, por la capacidad de Jashin de expresar sus pensamientos sin violar las normas vigentes. Como expresaron varios partidarios, "pensábamos que se habían conformado con [detener a] Navalny".

En el último tiempo, Jashin devino una voz más y más autorizada, presentándose como un político creíble, eficaz e independiente, incluso en comparación con el resto de la oposición. La señal que las autoridades pretenden dar con su detención, en pocas palabras, es "váyanse todos", y como creen los abogados, en el juicio el fiscal dirá: "te hemos dado tantas señales y advertencias, que si no te has ido, la culpa es solo tuya”.

Los pocos héroes de la disidencia que eligieron la llamada "opción Navalny" están enviando un fuerte mensaje a toda la población: no somos traidores ni pro occidentales, somos rusos, y Rusia no es la Rusia de Putin. Ilja Jashin, Vladimir Kara-Murza, Aleksej Gorinov y muchas otras personas menos conocidas, algunas de las cuales siguen en libertad, dan testimonio de una esperanza que ninguna guerra puede ahogar: como dice el periodista Aleksandr Rikhlin, "los héroes no son sólo los que mueren, también son los que no huyen, y no lo olvidaremos".