Los desafíos del papa Francisco al Forum Mundial de Economía de Davos

A los billonarios, líderes políticos y hombres de negocios, el pontífice le pide que salvaguarden la dignidad del hombre y el bien común, para ayudar a los hambrientos y a los prófugos. Por esto es necesario que el horizonte de la economía no sea sólo el mercado y el crecimiento, sino el valor trascendente del hombre. El Papa desea que estas preocupaciones y desafíos no sólo sean buenas intenciones, "un agregado para completar el discurso".

Ciudad del vaticano (AsiaNews)- Tener en el corazón a aquellos que mueren de hambre, mientras el mundo tira "enormes cantidades de comida"; vencer la indiferencia hacia "los numerosos prófugos en busca de condiciones de vida mínimamente dignas, que no solo no encuentran acogida, sino que también a menudo van al encuentro de la muerte en viajes inhumanos": son los desafíos que el Papa Francisco lanza a los participantes del Forum Económico Mundial (Wef) que se inició ayer en Davos (Suiza). En un mensaje enviado al presidente y fundador del Wef, Kalus Scwab y llevado por el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Presidente del Pontifico Concejo de justicia y paz, el pontífice reconoce que existen "significativos progresos" en el campo de la salud, de la educación y de las comunicaciones, llevados por el emprendimiento moderno y salvando a muchos de la pobreza. Pero al mismo tiempo, es necesario recordar que "la mayor parte de los hombres y mujeres de nuestro tiempo continúa viviendo todavía en una cotidiana precariedad, con consecuencias a menudo dramáticas". Por esto, los profesionales y los innovadores deberían poder "la propia competencia al servicio de cuántos están aún en la indigencia", salvaguardando en sus compromisos "la dignidad de cada persona humana y el bien común".

Al Wel, que llegó a su 44 edición, están presentes al menos 80 billonarios del mundo, con más de 2500 líderes políticos y de los negocios. En una serie de entrevistas y comentarios pedidos por Bloombreg, los protagonistas de la economía subrayan que la crisis está mejorando y que para 2014 se prevé una aceleración del crecimiento, con un aumento de las bolsas y una disminución de las tasas de interés.

En su mensaje, el Papa confiesa que sus acotaciones sobre la dignidad y sobre el bien común arriesgan de ser sólo buenas intenciones, que van citadas al margen de los mensajes finales. En vez, tales preocupaciones deberían "marcar cada elección política y económica" y no ser 2solamente un agregado para completar un discurso".

Es también verdad que en Davos siempre se preocuparon por la creciente desigualdad entre ricos y pobres, que puede alimentar tensiones sociales y minar el mismo crecimiento económico. Pero por el momento ninguno arriesga soluciones, más allá de un compromiso para una mayor riqueza.

Por esto, citando la "Evangelii Gaudium" y la "Caritas in veritate", Francisco recuerda que "el crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico", o sea, "una visión trascendente de una vida eterna, el progreso humano en este mundo permanece privo de respiración"(Ibid). Al mismo tiempo, pide decisiones, mecanismos y procesos dirigidos a una más ecua distribución de las riquezas, a la creación de oportunidades de trabajo y a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo".

"Estoy convencido-agrega- que a partir de tal apertura a la trascendencia podría formarse una nueva mentalidad política y empresarial, capaz de guiar todas las acciones económicas y financieras en la óptica de una ética realmente humana".

"Les pido- concluyó- que hagan de modo que la riqueza está al servicio de la humanidad y no de los gobiernos".