Los católicos chinos lloran al P. Flynn, pionero del renacimiento de los seminarios

Misionero de Maryknoll, falleció en Nueva York a los 93 años. Ingresó a China en 1987 como profesor universitario de inglés y fue llamado a Shanghai por Mons. Aloysius Jin Luxian. "Era una gran alegría -contaba- ver cómo las familias habían conservado la fe católica en medio de la represión". A principios de los años noventa fundó un programa que permitió a muchos seminaristas, sacerdotes y religiosos chinos formarse en Estados Unidos.

Shanghai (AsiaNews) - Muchos sacerdotes de China continental han participado en estos días en el duelo de los misioneros de Maryknoll por la muerte del padre Lawrence W. Flynn, quien falleció recientemente en Nueva York a la edad de 93 años. Para dar voz a la memoria de este sacerdote estadounidense xinde.org, el sitio web católico más popular de China, recordó con tres artículos los años que "Lin Chiua" (nombre chino con el cual era conocido el misionero en las comunidades locales, ndr) enseñó en Shanghai y Beijing y sobre todo su compromiso para la creación del China Educators and Formators Project, un programa que permitió que muchos seminaristas chinos pudieran estudiar en Estados Unidos desde principios de los años noventa.

El padre Flynn fue ordenado sacerdote en 1987 a una edad avanzada, después de haber trabajado como cooperante en Catholic Relief Services (agencia internacional caritativa de la Iglesia Católica de los Estados Unidos) y también en el Departamento de Estado de su propio país. En aquellos años las puertas de China empezaban a reabrirse y al igual que otros misioneros pudo entrar a China como profesor de inglés en el Suzhou Teachers College de la provincia de Jiangsu; dos años más tarde fue trasladado a la Fudan University de Shanghai.

“Todos sabían que yo era un sacerdote católico -escribió hace algunos años el p. Flynn recordando esa experiencia-. Un día la directora me llamó a su despacho. Para mi asombro, me pidió que diera una conferencia sobre los aspectos históricos y culturales de la Biblia, que según dijo era completamente desconocida en China. Hablé durante casi dos horas frente a un auditorio de estudiantes y compañeros profesores. Después de 45 minutos de preguntas, los estudiantes me siguieron hasta la salida porque querían saber más”.

Pronto llegaría otro pedido a través de las autoridades: el entonces obispo “oficial” de Shanghái, el jesuita Aloysius Jin Luxian, preguntaba si era posible contar con el p. Flynn entre los maestros del seminario que volvía a abrir sus puertas después de 45 años. La respuesta del Vaticano a la consulta del misionero de Maryknoll sobre cómo debía comportarse fue: "Todo lo que pueda hacer allí por los seminaristas es el futuro de la Iglesia en China". El padre Flynn se convirtió así en el primer sacerdote extranjero admitido para enseñar en un seminario chino y su cargo se amplió más tarde al seminario nacional de Beijing. “Para mí -recordó- fue una gran alegría encontrarme entre estos jóvenes fieles, en su mayoría de origen rural, cuyas familias habían conservado milagrosamente su fe católica en medio de la represión”.

Sin embargo el padre Flynn también se refirió a las grandes dificultades que había en los seminarios para formar a los jóvenes sacerdotes chinos, porque los sacerdotes que habían quedado eran casi todos ancianos y no estaban acostumbrados a enseñar. Entonces el misionero de Maryknoll tuvo la idea de crear un programa que permitiera a los seminaristas chinos cursar por lo menos algunos años de formación en seminarios de Estados Unidos. Con el apoyo de numerosos cardenales y obispos estadounidenses nació el China Educators and Formators Project, por el cual 45 estudiantes chinos (seminaristas, diáconos, sacerdotes e incluso religiosas) pudieron viajar a los Estados Unidos entre 1991 y 1994 para formarse. “Hoy, 30 años después - dice xinde.org recordando al P. Flynn - la mayoría de ellos presta servicio pastoral en seminarios, diócesis, parroquias e instituciones eclesiásticas en China y Estados Unidos, constituyen un importante recurso para la Iglesia local y colaboran con otros estudiantes internacionales del programa y los que se han formado en otros países”.