Los ataques de los hutíes en el Mar Rojo provocan el colapso del transporte marítimo y el comercio: - 90%

Un estudio del Pentágono relativo al período comprendido entre diciembre y febrero. Los ataques de las milicias pro iraníes en respuesta a la guerra en Gaza han afectado a 65 países y han obligado a más de 29 empresas navieras y energéticas a alterar las rutas marítimas. También se han incrementado las primas de seguros y la contaminación.

Saná (AsiaNews) - Entre diciembre y febrero los ataques de los hutíes - las milicias pro iraníes que controlan parte de Yemen, incluyendo la capital, Saná - contra barcos que transitaban por la ruta que pasa por el Mar Rojo han provocado un colapso del 90% de los envíos y el comercio de los buques portacontenedores. Un estudio del Pentágono, el Departamento de Defensa de Estados Unidos, demuestra que los ataques han afectado a 65 países del mundo y han obligado a unas 29 grandes compañías navieras y energéticas a alterar sus rutas marítimas.

Entre las empresas afectadas se encuentran gigantes del sector como British Petroleum, Evergreen, CMA CGM, Maersk, Qatar Energy y Shell. Muchos barcos optaron por la ruta que pasa frente al Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica, para evitar misiles y drones, pero eso supone agregar 11.000 millas náuticas y al menos 10 días de viaje a cada envío y el consiguiente aumento de los costos del combustible, lo que supone un incremento de los precios de hasta alrededor de un millón de dólares por cada viaje.

Según el informe, que es la primera evaluación integral del impacto económico de la campaña militar pro-Gaza de las milicias rebeldes pro iraníes en Yemen, las primas de seguro para los tránsitos por la controvertida ruta también han aumentado sustancialmente. A mediados de febrero las primas subieron hasta el 0,7%-1,0% del valor total del buque, frente a menos del 0,1% en el período anterior a diciembre de 2023.

“Las amenazas al tránsito por el Mar Rojo - explican los expertos del Pentágono - se suman a la tensión actual en el transporte marítimo mundial provocada por las interrupciones del Canal de Panamá debido a la sequía”. Estados Unidos y Gran Bretaña han lanzado reiterados ataques aéreos contra los hutíes, con base en Saná, en un intento de reducir su capacidad para atacar barcos en la región, al tiempo que intentan cortar sus fuentes de ingresos e imponer nuevas sanciones financieras. Sin embargo los milicianos no han desistido hasta ahora y las consecuencias económicas han seguido aumentando para las navieras y las empresas de todo el mundo.

Los hutíes comenzaron a lanzar ofensivas en 2023 para presionar a Israel y sus aliados en relación con la guerra en la Franja y en las últimas semanas han atacado reiteradamente: el 12 de junio, un carguero llamado Tutor sufrió una grave inundación en la sala de máquinas tras el primer ataque (exitoso) con un dron marítimo. Al día siguiente, un pequeño carguero se incendió tras ser alcanzado por dos proyectiles. Los ataques también han repercutido en los esfuerzos de ayuda humanitaria: la ayuda para Sudán y Yemen se retrasó durante semanas debido a que las rutas por África eran más largas.

Esta crisis tiene implicaciones de gran alcance no sólo para el transporte marítimo sino también para el medio ambiente y la economía global. Las rutas más largas a las que obliga la situación actual han aumentado las distancias para cargueros y petroleros hasta en un 53%, provocando un aumento de las emisiones de CO2 debido al combustible adicional que se consume. Desde el punto de vista económico la crisis ha disparado, como ya se ha visto, las tarifas de transporte y el costo de los seguros, contribuyendo a la inflación e influyendo negativamente en la economía marítima regional e internacional. Analistas y expertos señalan que la crisis del transporte marítimo en el Mar Rojo es un recordatorio de la interconexión del comercio mundial y la importancia de mantener rutas marítimas seguras y abiertas. A medida que la situación evoluciona, la comunidad internacional debe trabajar unida para navegar por estas aguas turbulentas y mitigar las consecuencias económicas y medioambientales.