Los activistas Joshua Wong y Nathan Law en libertad provisional, bajo fianza
Aguardan la audiencia de apelación, que está prevista para el 7 de noviembre. Fueron condenados a algunos meses de prisión por haberse manifestado en 2014. Continúan las protestas de los activistas: la justicia trabaja al servicio de Beijing.
Hong Kong (AsiaNews/Agencias) – Joshua Wong y Nathan Law, dos de los tres activistas a favor de la democracia que en el mes de agosto fueron condenados a algunos meses de prisión, quedaron en libertad provisional. Fue lo que decretó en el día de hoy la Alta Corte, a la espera de la audiencia de apelación en virtud del recurso presentado por los tres líderes estudiantiles. Tras que el gobierno solicitara un endurecimiento de una primera condena a trabajos sociales, la nueva sentencia desencadenó protestas y acusaciones contra la justicia, por su desempeño al servicio de Beijing.
El presidente de la Corte Suprema, Geoffrey Ma, jefe del órgano jurisdiccional de última instancia, ha resuelto otorgar la libertad provisional a los dos activistas pro-democracia, bajo el pago de una fianza de 50.000 dólares de Hong Kong [aproximadamente 5.450 euros] por cabeza. Sobre Wong y Law pende una pena de seis a ocho meses de reclusión. Su compañero Alex Chow no ha solicitado la libertad bajo fianza.
La audiencia final se llevará a cabo el 7 de noviembre.
Los tres fueron arrestados por traspasar el recinto del edificio de gobierno de Hong Kong el 26 de septiembre de 2014, desatando una serie de manifestaciones de acampe en la zona central del territorio conocida como Occupy Central o movimiento “de los paraguas” (utilizados por los jóvenes para defenderse de los camiones hidrantes de la policía). Los manifestantes reclamaban a Beijing la elección directa del jefe del Ejecutivo del territorio, que actualmente es elegido por un comité formado por 1200 personas, que en su mayoría son partidarias de Beijing.
El 1ero de octubre pasado, miles de personas marcharon en protesta, mostrando pancartas y fotos del secretario de Justicia de Hong Kong, Rimsky Yuen Kwok-keung, de quien pedían la renuncia, acusándolo de “persecución política” y de ser un “títere” al servicio de Beijing.