Los abusos ocultos del régimen contra las mujeres en las cárceles birmanas
Detenciones arbitrarias, registros humillantes, atención pre o posnatal denegada: en un informe de la International Commission of Jurists, una ONG con sede en Ginebra, los testimonios y las denuncias sobre un aspecto "puntual" de la represión de los generales en los tres años que han transcurrido desde el golpe. Todavía hay más de 1.500 mujeres en las cárceles por motivos políticos en Myanmar.
Bangkok (AsiaNews) - La International Commission of Jurists (ICJ) - organización no gubernamental nacida en 1952 con sede en Ginebra - difundió un documento que arroja luz sobre un aspecto hasta ahora poco considerado de la represión en Myanmar desde el golpe militar del 1 de febrero de 2021.
Basado en el testimonio de mujeres privadas de la libertad por el régimen y de abogados y activistas que hasta ahora han tratado de proteger sus derechos y su dignidad, Unseen and Unheard: Violations of the Human Rights of Women Deprived of Liberty in Myanmar, es un acto de acusación sobre los castigos físicos y psicológicos infligidos a muchas mujeres birmanas de diversos orígenes étnicos que fueron arrestadas o encarceladas. Hasta el 20 de junio - testifica Assistance Association for Political Prisoners Burma - casi 4.000 seguían detenidas y entre ellas 1.528 fueron condenadas por acusaciones falsas. Es un documento que también pueden utilizar aquellos que están llamados a probar y juzgar la acusación de genocidio que ya se ha formulado contra el régimen birmano.
“Después de arrestar y encarcelar arbitrariamente a mujeres y niñas por un legítimo activismo, las fuerzas armadas de Myanmar las sometieron a actos abominables de violencia de género que constituyen graves violaciones de los derechos humanos y crímenes de derecho internacional. Estos crímenes incluyen la tortura y los maltratos infligidos a prisioneras privadas intencionalmente de su libertad para causarles dolor y sufrimiento, y como herramienta para aplastar la disidencia”, explica Melissa Upreti, directora regional de CIJ para Asia y el Pacífico.
La lista de abusos que se describen incluye golpizas, violencia sexual y registros corporales humillantes; una disciplina muchas veces excesiva y aplicada con métodos violentos e incluso aislamiento; el impedimento para disponer de los productos de higiene y salud necesarios, la denegación de atención, incluida la atención pre y pos partol. La posibilidad de garantizar una verdadera justicia a las mujeres que sufren detenciones injustas y abusos en las cárceles birmanas es prácticamente inexistente y los esfuerzos de quienes han intentado emprender acciones legales en casos de tortura y otros procedimientos ilegales durante los interrogatorios - así como por las condiciones generales de encarcelamiento - han quedado en la nada.
Por eso la CIJ ha presentado un pedido a la Junta Militar para que detenga inmediatamente las violaciones de los derechos de las mujeres privadas de libertad porque se oponen a su control, pero también ha dirigido un llamamiento a las agencias pertinentes de la ONU - así como a las diplomacias de los Estados miembros de la organización y a los expertos en derecho internacional - para que se refuerce el compromiso de documentación y presentación de informes para apoyar esta parte de la resistencia birmana que hasta ahora ha permanecido invisible.
01/09/2021 15:28
15/12/2021 12:46
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