Llamamiento en Goa, a los católicos y la política de la India

de Nirmala Carvalho

En vísperas de las elecciones locales en el pequeño Estado -donde los cristianos constituyen una cuarta parte de la población- la Comisión de Justicia Social y Paz denuncia: "Repartir dinero y regalos no resuelve problemas como el desempleo, la subida de precios o la falta de vivienda. No nos dejemos manipular por experimentos políticos, el afán de aventuras electorales y la propaganda engañosa".

Goa (AsiaNews) - Esta semana comienzan los comicios "locales" para renovar las asambleas legislativas de cinco estados indios: Uttar Pradesh, Punjab, Uttarakhand, Manipur y Goa. Se trata de un tramo muy delicado para el equilibrio político del país, especialmente por la votación en Uttar Pradesh, que con sus 200 millones de habitantes es, con creces, el Estado más poblado. En una situación como la de la India, en la que la intimidación y la violencia contra los cristianos registran niveles preocupantes hace ya tiempo, ¿cómo afrontan las Iglesias locales este llamado a las urnas?

Un ejemplo interesante viene de Goa, una localidad pequeña en cuanto a número de habitantes (apenas 1,5 millones) pero extremadamente significativa para el cristianismo en la India. No solo por su historia, de la que dan testimonio las famosas iglesias reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sino también por el tamaño de su comunidad. Aquí viven 366.000 cristianos locales, que constituyen el 25 % de la población, junto con una comunidad mayoritaria hindú (alrededor del 65 %), los musulmanes (8,3 %) y otras pequeñas minorías sij, jainista y budista (que unidas, suman alrededor del 1 %).

En Goa, la votación se desarrollará en un solo turno, el lunes 14 de febrero (pero los resultados no serán anunciados sino hasta el 10 de marzo, cuando hayan finalizado los comicios y el escrutinio en los otros cuatro estados que participan en esta convocatoria electoral). En las últimas semanas, la Iglesia local se ha movilizado para que su comunidad comprenda lo que está en juego. Lo ha hecho con una invitación a la oración, que se ha hecho visible para todos con el gesto de la adoración eucarística durante toda la jornada del viernes 11 de febrero en muchas parroquias y comunidades religiosas. Además, antes de este momento de oración, en las últimas semanas, el Consejo diocesano para la Justicia Social y la Paz había difundido una declaración muy franca dirigida a las comunidades, en la que invita a los católicos a "reflexionar, rezar y votar".

El texto recuerda que “las elecciones conllevan una doble responsabilidad, tanto por parte de los votantes como de los candidatos. Debemos elegir a las personas adecuadas, en lugar de optar por las erróneas y luego criticarlas. En nuestras primeras asambleas elegimos a personas respetables que gozaban de gran credibilidad. Hoy pretendemos elegir a personas que estén a nuestra disposición, que sirvan a nuestros objetivos, aún cuando sean ilegales".

Uno de los males de la política, que enumera el padre Savio Fernandes, secretario de la Comisión, se refiere al pasaje de los políticos de una agrupación a otra. Goa -denuncia- ha adquirido notoriedad por el récord de deserciones y deserciones provocadas por intereses personales. Seamos honestos: nosotros también tenemos la culpa, porque no hemos sido capaces de hacer frente a estas decisiones, dando la impresión de que sus acciones estaban justificadas. De hecho, nosotros mismos hemos citado a veces el pretexto del desarrollo e incluso hemos ensalzado a los implicados, presentándolos como quienes nos ayudan en nuestras necesidades”.

En cuanto al escenario político nacional indio, el documento comenta: “Nos encontramos lidiando con la intolerancia, el abuso de la ley para reprimir las críticas, el control total de los medios, la pretensión de monopolizar la verdad, las leyes draconianas, los desafíos al federalismo, leyes anuladas, y además, con la lucha de los campesinos por la justicia. Cada tema se aborda de una manera que incrementa las polarizaciones. Hay ataques a los más débiles y a las minorías, usando como pretexto las conversiones. Se interrumpieron las liturgias de varias religiones, incluidas las celebraciones cristianas, y se atacaron instituciones educativas. Ha habido horrendos llamados invitando al genocidio”.

En este contexto -prosigue el Consejo para la Justicia Social y la Paz- “no sólo hay que mirar al candidato, sino también al partido que representa. Hay grandes grupos que a menudo colonizan (o ejercen el control de forma remota) a través de movimientos políticos. Se reparten dinero y regalos y desgraciadamente muchos los aceptan. De esta forma, no se brindan soluciones para el desempleo, la subida de precios o la falta de viviendas. Y mientras tanto, muchos candidatos son promovidos solo para dividir los votos en torno a consideraciones sectarias”.

Fernandes continúa señalando que “es muy frecuente el abuso de la religión con fines políticos a través de bendiciones muy publicitadas y ofertas de peregrinación gratuitas. Pedirle a la gente que acepte dinero a cambio de votar por alguien es flagrantemente impropio e ilegal. ¡Qué deplorable es hacer propaganda de proyectos de financiación fantasiosos, que son imposibles de cumplir en un Estado profundamente endeudado!”.

"Los partidos con ambiciones nacionales están aquí para aumentar sus porcentajes electorales y hacerlos valer a nivel nacional. Tenemos que tener cuidado ante la posibilidad de que tras la etiqueta de alternativas políticas se escondan fuerzas divisorias y fascistas. No nos dejemos manipular por los experimentos políticos, el afán de aventuras electorales y la propaganda engañosa. Hace tiempo que hemos entrado en el surco de la vida nacional: debemos permanecer en él, procurando la estabilidad y la salvaguarda de la laicidad. Ciertamente -concluye- hay que votar. Pero sólo después de un cuidadoso discernimiento en la oración".