Lisboa: los católicos de Bangladés descubren la "patria" de la fe en la JMJ.
Un grupo de 17 jóvenes del país asiático participan estos días en el encuentro en tierras portuguesas. Un viaje para redescubrir la tierra y las raíces de la fe, que se anunciará a su regreso. En la parada de esta mañana en Fátima, el Papa recuerda que "la Iglesia es madre". Y llama a la Virgen "Nuestra Señora presurosa por estar cerca de nosotros".
Fátima (AsiaNews) - Portugal es para Bangladesh la "madre patria" de la fe cristiana, la tierra de la cual viene la experiencia que "hoy vivimos", renovada en la cita querida por el Papa Francisco con jóvenes de todo el mundo. Con este espíritu vive la delegación del país asiático los actos y encuentros programados para la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud del 2 al 6 de agosto en Lisboa. El padre Cizar Costa, un joven sacerdote que lidera el grupo asiático en la JMJ, explica al semanario católico Pratibeshi el valor de esta experiencia: "De Portugal -dice- sacamos nuestra fe. Por eso podemos decir que esta tierra es la patria de nuestra religión. Los misioneros [portugueses] vinieron a nuestro país a anunciar el Evangelio y nosotros [aquí] les rendimos homenaje".
Desde el explorador Vasco da Gama hasta los primeros misioneros, la tierra de los portugueses desempeñó un papel clave en la propagación de la fe en las Indias a finales del siglo XV y principios del XVI. Hoy en día, en Bangladés, nación de amplia mayoría musulmana, hay cerca de un millón de cristianos, la mitad de los cuales son católicos. El padre Costa, animador juvenil de la arquidiócesis de Dhaka, espera que la JMJ de Lisboa sea una oportunidad para "fortalecer" la fe. El padre Bikash Rebeiro, coordinador de la comisión juvenil que dirige la delegación, explica que "24 jóvenes han solicitado participar", pero "hemos obtenido visados para 17" de ellos. Se trata, prosigue, de "una peregrinación de fe. Nuestros jóvenes han venido a contagiarse de ese espíritu misionero y, tras regresar a Bangladés, podrán predicar" el Evangelio "a otras personas" y comprender mejor "el sentido de la vida". Uno de los jóvenes participantes se declaró "conmovido" por el amor y el respeto que sentía por Francisco: "Vimos al Papa de cerca -explicó- y escuchamos sus inspiradoras palabras [...] Llevaré su mensaje a los jóvenes de Bangladés".
Esta mañana el Pontífice llegó a Fátima, tierra de apariciones marianas, donde rezó el Rosario con jóvenes, acompañado por un grupo de enfermos y encarcelados a los que regaló una coronilla de oro de la Virgen María. El Pontífice permaneció más de un momento en reflexión silenciosa ante la Virgen, acompañado por la oración y (a veces) los aplausos de la multitud, con un saludo final a un grupo de enfermos. Por la tarde, está prevista una vigilia con jóvenes y oración en el Parque del Tajo. Fátima evoca los temas de la paz, una preocupación para el pontífice argentino, que ha intervenido en repetidas ocasiones para pedir el fin de lo que él llama la tercera guerra mundial en pedazos, en particular el conflicto ruso en Ucrania. En este sentido, en una entrevista publicada ayer por el semanario español Vida Nuova, el Papa anticipó el nombramiento de un "representante permanente" como puente entre Moscú y Kiev. Y renovó su apoyo al Card. Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, esperado en Washington -y quizá en un futuro próximo en Pekín- para mediar por la paz. Francisco anunció finalmente planes para un encuentro por la paz con líderes religiosos mundiales en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos, antes de la cumbre de la ONU sobre el clima.
Volviendo a Fátima, en su discurso de esta mañana al final de la oración silenciosa ante la Virgen y el rezo del Rosario, el Papa destacó que la capilla de la Virgen es una "bella imagen" de la "Iglesia: acogedora y sin puertas". Una Iglesia que es "la casa de la madre" y facilita el encuentro con Dios porque "siempre tiene el corazón abierto para todos sus hijos", mientras que la peregrinación representa " la vía mariana" que conecta "los misterios que hemos rezado" en el Rosario. El Papa habló de manera improvisada, abandonando el texto oficial como hizo ayer, para ahondar en la presencia y la "vocación" de María ante los problemas, la enfermedad, las dificultades: "Ella -explicó el Papa- siempre sale al paso, cada vez que hay un problema viene inmediatamente, sale para estar cerca de nosotros" y "nos acompaña".
"María -continuó Francisco- acompaña la vida de Jesús y no se esconde después de la Resurrección. Ella acompaña a los discípulos, junto con el Espíritu Santo acompaña a la Iglesia que crecerá después de Pentecostés. Ella acompaña, nunca es protagonista: primero acoge y luego señala a Jesús" y "lo hace de prisa". La Virgen "se hizo presente de un modo especial, para que los corazones incrédulos se abrieran a Jesús". Hoy miramos la imagen de María y pensamos '¿Qué me está señalando? Finalmente, el Papa invita a los presentes a un momento de silencio y les exhorta a dirigirse a la Virgen para saber "qué nos pide a cada uno de nosotros [...] qué hay en mi vida que te preocupa, que te conmueve, que te interesa". "Sentimos la presencia de María, la Madre que siempre dice: 'Hagan lo que Jesús les diga'. Y ella le dice a Jesús: 'Haz lo que te pidan'. Esta es María: la Virgen se apresura -concluye- a estar cerca de nosotros. Que nos bendiga a todos".
(Colaboró Sumon Corraya)
