Lima Chisim, la primera sargento mujer cristiana de Bangladés (Video)
La mujer policía proviene de una familia pobre de la diócesis de Mymensingh. La Iglesia local y los sacerdotes le ayudaron a pagar sus estudios. "Mi sueño es ayudar a otros estudiantes pobres, que no tienen dinero para pagarse la escuela".
Dacca (AsiaNews) - Bangladés tiene su primera mujer sargento de religión cristiana. Se llama Lima Chisim y proviene de una familia pobre de Biroidakuni, en la diócesis de Mymensingh. Estudió en la Biroidakuni High School en Mymensingh y luego se graduó de la universidad pública de Dacca. Se convirtió en mujer policía en 2015, tras seis meses de entrenamiento. Hija de un padre que no se esforzaba para mantener a su familia, Lima cambió la suerte de sus familiares. En la vida, sigue fielmente los valores de Cristo. Trabajó activamente en iniciativas de la Iglesia [local] y se desempeñó en tareas de trabajo social con los sacerdotes y monjas.
Lima ha aceptado hablar con el corresponsal de AsiaNews en la Casa del PIME de Dacca [la residencia de los padres del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, ndr]. Como sargento, ocupa un puesto de nivel intermedio dentro de la fuerza policial. En Bangladés, los sargentos son responsables de regular el tráfico y están a cargo de mantener el orden en las calles del país. Sirven a la comunidad garantizando la seguridad del tráfico. En 2015, por primera vez, la policía de Bengala contrató a 28 mujeres como sargentos de carretera. De ellos, sólo Lima es cristiana.
¿Qué fue lo que la motivó a convertirse en policía?
En 2008 participé en un evento promocional en Dacca con Promod Manikn, el primer ministro de Desarrollo social de fe católica. En ese momento yo estaba estudiando en la universidad. Entre los participantes estaba Kamrul Bage, un sargento musulmán de la diócesis de Mymensingh. Él era uno de los oradores y comprendí que tenía que ser sargento. Pero no sabía que Bangladés no tenía roles de sargento reservados para las mujeres. De todos modos, en 2015 encontré un anuncio de trabajo en un periódico. Me presenté como candidata para ese puesto y pasé la selección.
¿Quién la ayudó a entrar en la policía?
Me sentí muy feliz cuando fui seleccionada para el examen. Al mismo tiempo, también estaba muy preocupada porque mis parientes me dijeron que sin [el pago de] un soborno nunca podría lograr ingresar al departamento de policía. Pasé días de ansiedad. En aquel entonces el p. Joseph Chisim, un primo mío, me sugirió un encuentro con Amol Gomes, otro sargento católico. Tanto él como Promod Mankin, un político católico, brindaron referencias mías. Tuve un buen desempeño en los exámenes, y obtuve el trabajo en la policía de Bangladés. Estoy muy agradecida a ellos. Pienso que durante esta etapa del gobierno es posible conseguir empleo sin recurrir al soborno.
¿Tuvo que sortear obstáculos sociales para ser mujer policía?
La gente de mi aldea había dicho a mi padre y a mi madre que sin el soborno su hija no conseguiría el trabajo. Y que aún si llegase a tener éxito y ser contratada, yo no podría conducir una vida honesta. Pero pienso que estaban equivocados.
Cuéntanos sobre su familia.
Mi padre Bikash Richil es agricultor y mi madre Baby Chisim es ama de casa. Tengo otra hermana y dos hermanos. Yo soy la mayor. Pertenecemos a la parroquia de Biroidakuni, [en la diócesis] de Mymensingh. Vengo de una familia muy pobre, en la cual nuestro padre no tenía las posibilidades económicas de garantizarnos tres comidas al día o asumir los costos de nuestra educación. No obstante, conté con el apoyo de la diócesis de Mymensingh, de los sacerdotes, las monjas y de la World Vision Bangladesh, que me han permitido estudiar. Sin su ayuda, nunca hubiese podido completar mis estudios.
¿Qué piensa de la profesión que ha emprendido?
Es un verdadero desafío. Con mi trabajo, estoy al servicio de los ricos, los pobres y la [gente de] clase media. Un día conocí a un hombre que iba al New Market (una zona comercial muy famosa en Dacca), pero le habían robado todo. La víctima compartió conmigo lo que le había sucedido. Hablé con el conductor de un autobús de transporte público y lo convencí de que lo llevara de regreso a casa. Intervengo para proteger a las víctimas de los intentos de robo. Casi todos los días ayudo a alguien.
¿Qué ventajas tiene su trabajo?
Percibo un salario considerable. Puedo obtener una promoción luego de cinco años. Recibo seguridad y respeto social. Puedo hacer este trabajo durante los próximos 30 años.
¿Qué tipo de desafíos enfrenta como policía?
Siendo una mujer, mis colegas colaboran conmigo. Mi trabajo es controlar el tráfico en las calles. Un desafío notable es que no hay muchos baños públicos en la ciudad. Para una mujer, esta es una verdadera dificultad, pero nuestras autoridades nos asignan a lugares donde hay inodoros. Además, cuando una mujer policía solicita ayuda con el walkie talkie, la sala de control procesa primero nuestras solicitudes y se activa rápidamente. Algunos conductores no quieren respetar las normas viales. Se vuelven agresivos con las mujeres policías y creen que pueden infundir miedo, pero si hacen algo ilegal, yo reacciono. Es un trabajo muy exigente, especialmente en una ciudad como Dacca.
¿Qué piensa su familia de su profesión?
Soy la primera policía de toda la familia. Mis padres están orgullosos de mí, porque en mi pueblo nunca hubo un agente. La gente viene a verme y esto me hace feliz. El año pasado, la Christian Cooperative Credit Union Ltd. Dhaka me otorgó un premio, junto con otras personalidades cristianas, por el gran aporte que damos a la sociedad. Me siento muy honrada por esto.
En el lugar de trabajo, ¿puede poner en práctica los valores cristianos con los que se educó?
Recibí educación básica en una escuela misionera, dirigida por los sacerdotes de la Santa Cruz. Además de la formación académica, me enseñaron valores morales. Mis padres, sacerdotes y monjas también me han transmitido valores cristianos. Participé en varias iniciativas de la Iglesia cuando era estudiante, como el Young Catholic Student (YCS), un movimiento de estudiantes católicos. Todo esto me ha ayudado a ser un mejor ser humano, y eso es lo que también persigo en mi trabajo. Nunca pensé en ser una persona deshonesta. Quiero servir [a la comunidad] a lo largo de la vida, como la sal y la luz de la Biblia [Lima se refiere al "Sermón de la Montaña" citado en el Evangelio de Mateo 5, 13-14: "Tú eres la sal de la tierra [...] Tú eres la luz del mundo "- ndr].
¿Cuál es su sueño?
Sueño con poder ayudar a las personas que pasan necesidad. Espero poder comenzar pronto un patrocinio para estudiantes necesitados que no tienen el dinero para ir a la escuela. En el pasado tuve un gran apoyo de sacerdotes católicos, monjas y fondos de la diócesis de Mymensingh. De no haber contado con su ayuda, nunca hubiera llegado a ser policía. Es por eso que estoy decidida a ayudar a los estudiantes que necesitan ayuda. ¡Mi sueño es que ellos puedan realizar sus sueños!
