Libertad (religiosa), migrantes y desarrollo: Omán en la era post-Covid
Hace unos días se inauguró en la capital una iglesia que recuerda el único episodio de martirio cristiano que aparece en el Corán. Los católicos, una realidad migratoria con un "fuerte espíritu comunitario". Mascate sigue siendo un modelo de diplomacia y equilibrio entre las potencias suníes (Riad, Abu Dhabi) y chiíes (Teherán). El turismo -y el petróleo- impulsan su reactivación.
Milán (AsiaNews) - Una iglesia en la tierra de Arabia, que recuerda el único episodio de martirio cristiano mencionado en el Corán y está dedicada a Santa Areta -en árabe al-Hārith bin Ka'b- y sus compañeros, que vivieron en el siglo VI y fueron quemados vivos en un foso. Una muerte por odio a la fe, que formaba parte de la persecución contra la comunidad cristiana de Najran en la época del rey yemení Dhu Nuwas. La inauguración de la nueva iglesia ortodoxa griega en Mascate, la capital de Omán, pone de relieve una realidad que suele quedar relegada a los márgenes de la actualidad de Medio Oriente y el Golfo, pero que tiene una importancia económica, diplomática y religiosa absoluta. De hecho, el sultanato lleva años maniobrando entre bambalinas como elemento de equilibrio entre Irán (chií) y el universo suní, desde Riad hasta los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar, que llevan tiempo librando guerras por su poder en Yemen y otras zonas del tablero regional. Además, en el pasado, obtuvo el reconocimiento del Vaticano por su contribución fundamental en las negociaciones que llevaron a la liberación del padre salesiano indio Tom Uzhunnalil, a quien secuestraron en Adén durante el asalto yihadista a la casa de las Misioneras de la Caridad.
Una Iglesia migrante
En la noche del 26 de mayo, un gran número de cristianos de Omán participó en la inauguración de la iglesia de Ant'Al-Harith bin Ka'b Al-Najrani, durante una ceremonia de acción de gracias presidida por el patriarca griego ortodoxo de Antioquía Yohanna X Yazigi. El primado destacó la importancia del Sultanato para los valores de "tolerancia, armonía y concordia", un lugar donde cada uno "se siente como en su propia tierra y en medio de su propia familia". Es una llamada importante en una realidad compuesta mayoritariamente por inmigrantes: el 86% de los omaníes son musulmanes, mientras que los cristianos representan el 6,5% de la población, es decir, unas 300.000 personas. Alrededor del 70% son católicos, un 13% ortodoxos y un 6% protestantes; el 11% restante son grupos independientes o pequeñas comunidades. Los fieles son casi exclusivamente emigrantes económicos de otros países asiáticos, sobre todo de Filipinas e India, y prácticamente todos viven en los grandes centros urbanos, desde Mascate hasta Sohar y Salalah.
Las autoridades se esfuerzan por respetar la libertad religiosa, hasta el punto de que los fieles pueden reunirse para hacer celebraciones, dirigir escuelas, eventos y ceremonias. En el pasado, el sultán donó terrenos y contribuyó a la construcción de iglesias y lugares de oración, e incluso regaló un órgano para la iglesia de Mascate. La Iglesia Católica forma parte del Vicariato del Sur, que incluye Yemen y los Emiratos, y tiene su sede en Abu Dhabi. El territorio está dividido en cuatro parroquias: la Iglesia de San Antonio de Padua en Sohar; la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo en Ruwi; la del Espíritu Santo en Ghala; y la de San Francisco Javier en Salalah. La inauguración de la iglesia dedicada a la mártir santa Areta fue una oportunidad para reafirmar el vínculo entre los cristianos y el país que los acoge, como subrayó el metropolitano de la archidiócesis de Bagdad, Kuwait, Ghattas Hazim. Omán, dijo, es "un país de amor, paz, hermandad, tolerancia y convivencia" según las “pautas que inculcó el difunto sultán Qaboos". En la actualidad, continúa su labor el sucesor Haitham bin Tariq bin Taimur Al Said, que considera "sin distinción" a todos los ciudadanos. En la inauguración estuvo presente el Ministro de Dotaciones y Asuntos Religiosos, el jeque Abdullah bin Muhammad bin Abdullah Al-Salmi. La inauguración de la iglesia se produjo pocas semanas después de que se celebrara la primera ordenación sacerdotal fruto de una vocación de los católicos del lugar. El 25 de marzo, el vicario apostólico Mons. Paul Hinder (ahora emérito), ordenó al P. Dickson Eugene, originario de Bangalore (India), en la parroquia de los Santos Pedro y Pablo de Mascate, durante una ceremonia a la que asistió toda la comunidad. En los días siguientes, el prelado celebró las confirmaciones de más de 160 niños y niñas en dos parroquias de la capital.
Pandemia y trabajo
La Iglesia de Omán, comentaba el vicario emérito a AsiaNews en las últimas semanas, es una realidad "migratoria" compuesta por trabajadores indios, filipinos, europeos, americanos y africanos, en la que el "espíritu de comunidad" es fuerte. Sin embargo, añadió, este elemento no debe conducir "al encierro" tomando derivaciones "étnicas o nacionalistas". Como en todas las realidades del Golfo, "el reto es respetar las necesidades de cada uno en la práctica pastoral" partiendo "de la lengua", pero "manteniendo el vínculo a nivel comunitario". Ninguno de los feligreses "es ciudadano de Omán", pero todos son "inmigrantes por trabajo" que pueden reunirse, celebrar la Eucaristía y rezar beneficiándose de la libertad de culto "en una realidad viva y vital que ofrece la lectura de la Biblia y el rezo del Rosario".
La cuestión de los inmigrantes es uno de los grandes retos de la actualidad, tanto en Omán como en muchos lugares del Golfo. En esta región mueren cada año hasta 10.000 trabajadores extranjeros procedentes del sur y el sureste de Asia. Más de la mitad se registran por "causas naturales" o "paro cardíaco", sin investigar las razones de las muertes, que a menudo están relacionadas con las condiciones extremas de trabajo y también de vida. Hay unos 30 millones de inmigrantes económicos en la zona, de los cuales el 80% trabaja en empleos mal pagados en la construcción, la sanidad y el trabajo doméstico. En los dos últimos años, el Covid-19 tuvo un impacto muy fuerte en el mercado laboral de Omán (2,6 millones de personas trabajadoras), y provocó hasta 300 mil nuevos desempleados, de los cuales sólo 7 mil son locales. Según el Centro Nacional de Estadística e Información (NECSI), más de 58 mil expatriados abandonaron el sultanato en 2021. La economía se basa en gran medida en la agricultura, la pesca y el comercio exterior. Desde el descubrimiento del crudo en 1964, estos ingresos constituyen el 40% del PIB, pero en los últimos años el gobierno ha reforzado el desarrollo de los sectores no petroleros, en particular el del gas natural, apostando también por el turismo internacional.
El turismo, el nuevo “oro negro”
Los indicadores económicos del primer trimestre de 2022 confirman el crecimiento, apoyado en parte por el aumento de los precios del crudo en los mercados mundiales. Las últimas estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) hablan de un +5,6% del PIB para este año, el más alto entre los países del Golfo. Entre los sectores que impulsan la economía está el turismo, que se está expandiendo después de dos años de cierres y restricciones impuestas por la pandemia. El Ministerio de Cultura y Turismo se propone convertir el Sultanato en un destino de primer orden para los amantes de la cultura, para los aventureros y para quienes trabajan en la industria MICE (reuniones, viajes de incentivo, conferencias y exposiciones) hasta alcanzar los cinco millones de ingresos. Haitham Mohammed Al Ghassani, director general del ministerio, desgrana las cifras: en los primeros cuatro meses llegaron casi 400.000 visitantes y el flujo no deja de crecer. De ahí la decisión de invertir en infraestructuras y en el sector hotelero mediante la apertura de 70 nuevos hoteles con un total de 4.500 habitaciones. Además, está prevista la construcción de campings, apartamentos y alojamientos ecológicos y tradicionales. Para ampliar la oferta de ocio, además de las consolidadas tradiciones locales y la cultura, las autoridades también están haciendo un guiño al medio ambiente y la ecología: en los próximos meses se inaugurará un proyecto dedicado a la flora del país, el Oman Botanic Garden, junto a su gemelo dedicado a la historia, el proyecto Oman Through Time.
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