Las mujeres asiáticas son (casi) las más ricas del mundo

Solo las norteamericanas están por delante de ellas, pero el crecimiento de la riqueza en el continente asiático es el más rápido del mundo. El número de mujeres millonarias pasó de 13 en 2010 a 92 en 2022. Al mismo tiempo, sin embargo, también han crecido las desigualdades. Algunos de los peores valores se registraron en China y el sur de Asia.

Milán (AsiaNews) - Por primera vez en la historia las mujeres asiáticas poseen más riqueza que cualquier otra región, excepto América del Norte, mientras que el crecimiento previsto de sus patrimonios es el más rápido del mundo. Según un estudio realizado por Boston Consulting Group para el diario Nikkei Asia basado en la riqueza financiera (fondos de inversión, acciones cotizadas y no cotizadas, bonos, etc.), las mujeres asiáticas dispondrán de 27 billones en 2026, cifra equivalente a 6 billones más que las mujeres de Europa occidental. Desde 2019 su patrimonio colectivo ha aumentado 2 billones al año, tendencia que se espera que continúe en los próximos años con una tasa de crecimiento superior al 10,5%.

El número de millonarias en Asia pasó de 13 en 2010 a 92 en 2022. Sin embargo, el 75% de la mano de obra femenina sigue trabajando de manera precaria y concentrándose en sectores informales, con salarios bajos y sin protección social. La desigualdad económica continúa siendo una característica fundamental de las economías asiáticas, donde el 10% más rico de la población posee más del 60% de la riqueza, dejando cerca del 5% para el 50% más pobre. La brecha es aún mayor en India y China, los dos países más poblados del continente. El sur de Asia y China tienen algunos de los peores indicadores registrados por el diario asiático.

En los últimos treinta años cada vez más mujeres se han incorporado al mercado laboral, pero la cifra varía de un país a otro: de hecho, pasa del 7,4% en Pakistán a casi el 42% en Vietnam. Estos porcentajes están determinados principalmente por factores sociales y culturales. En India, por ejemplo, la división de castas ha desempeñado un papel importante en el aumento de las desigualdades: una mujer dalit (perteneciente a la categoría que antes se denominaga "intocables") tiene muchas más probabilidades de ser pobre que una mujer de castas superiores.

La participación en la fuerza laboral está determinada por el nivel de estudios, la edad para contraer matrimonio y el número de hijos. Según el Nikkei Asia en todos los países estudiados se han producido algunos avances (ha aumentado el nivel de educación, las mujeres se casan más tarde y tienen menos hijos), pero esto no siempre se ha traducido en un aumento de la participación de las mujeres en el mercado laboral. En China, por ejemplo, el porcentaje, que era del 40% en 1991, ha bajado al 33,4%, mientras que en India ha registrado un fuerte descenso desde 2005.

La cantidad de trabajo de cuidado no remunerado también incide en la probabilidad de empleo (y, por lo tanto, la posibilidad de acumular riqueza). En Bangladés, por ejemplo, las mujeres tienen que dedicar hasta 6 horas diarias al trabajo de cuidado, mientras que los hombres en promedio menos de una.

Por último, la acumulación de riqueza también está determinada por la capacidad de ahorrar e invertir, y aquí se han encontrado otras diferencias importantes: en India y Bangladés, la mayoría de las mujeres confían en amigos y familiares en caso de una emergencia financiera, mientras que el 60% de las mujeres paquistaníes o casi el 90% de las mujeres de Singapur confían en sus ahorros. Sin embargo, no todas pueden ahorrar. En muchos países se han registrado descensos en este sentido. En China el porcentaje de mujeres que ahorran dinero bajó del 70% en 2014 al 45,7% en 2017, pero también se registraron disminuciones similares en Indonesia, Tailandia y Vietnam. Finalmente, las mujeres que recurren a las instituciones financieras son más del 60% en Singapur, pero solo el 1,9% en Pakistán.