Las lágrimas de Saad Hariri en la entrevista confirman las dudas de los libaneses
El relato de la entrevista que el Premier concedió a Paula Jakobian, luego de permanecer en silencio una semana tras haber presentado su renuncia. Las emisoras sauditas la transmitieron en directo. La Tv libanesa prefirío no sumarse a la cadena. Hariri llora cuando se entera de que todos los libaneses quieren que regrese. Las amenazas a sus hijos y esposa, que viven en Arabia Saudita. El pedido (saudita) de neutralidad para el Líbano en el tablero medio-oriental.
Beirut (AsiaNews)- Ayer por la mañana, Paula Jakobian, periodista de la Tv Future libanesa, recibe una llamada telefónica del Premier libanés Saad Hariri -quien de hecho es el director a quien reporta, pues él es el propietario de la emisora- en la cual le dice, según ella misma refiere: “Hace mucho tiempo que me pides una entrevista y ha llegado la hora, ven”. La entrevista fue anunciada para las 20,30, horario de Beirut y la periodista parte sola, porque “no había tiempo suficiente para armar el equipo con camarógrafo y director” y piensa que recurrirá a un equipo local. Por la tarde, la periodista Jakobian publica una foto donde se la ve a bordo de un avión privado saudita yendo hacia Riad. A su llegada al aeropuerto, es escoltada por un señor saudita que la ayuda con los trámites de la visa de ingreso para luego ser llevada con un chofer privado a la “morada de Hariri” que ella define como “la casa del Jefe de gobierno”.
Incluso antes de que se difundiera la entrevista “scoop”- que llega luego de una semana de silencio, tras la dimisión del Premier libanés anunciada desde Arabia Saudita y difundida por la TV saudita- reaccionan el presidente de la República libanesa Michel Aoun y el presidente del Parlamento Nabih Berri, ambos declarando, con palabras similares, que “no se debe dar ningún peso a cualquier declaración o acto llevado a cabo por el Premier, siendo que son el resultado de una situación ambigua y misteriosa”. De hecho, casi todas las emisoras televisivas libanesas se negaron a transmitir dicha entrevista en directo, al contrario de las emisoras televisivas sauditas.
La tan esperada entrevista, a la que se llegó tras presiones internacionales, no solo no disipa las dudas, sino que hace que éstas se incrementen.
El Premier aparece “extremadamente relajado”, lento en las reacciones, como si recién se despertara, a tal punto que un periodista libanés se pregunta si no “habrá bebido unas 100 tazas de manzanilla”. Le falta la sonrisa habitual, que él reglaba en cada entrevista, como también la vitalidad que lo caracterizaba. Y en varios tramos, demuestra no estar al tanto de lo que está sucediendo en el Líbano desde que él presentó su renuncia. Una confirmación a voces del aislamiento del mundo externo en que se halla sumido.
Es la periodista la que le cuenta que todo el pueblo libanés está unido, “incluso tus enemigos, no sólo los de tu movimiento; todos están contigo y quieren que vuelvas”. Estas noticias hacen que salten las lágrimas de sus ojos y le hacen un nudo en la garganta, a tal punto que la periodista interrumpe la entrevista para darle una pausa de “reposo”. “Saad Hariri no dejará el Líbano”, le contesta Hariri, “estoy libre; puedo dejar el país cuando quiera”, agregó. “Entonces, ¿por qué no vuelves? ¿Cuándo volverás?, le pregunta Jakobian. “Muy pronto: en 3 o 4 días”, tal como había referido al presidente de la República la semana pasada. Cuando se le pregunta por qué no contacta a sus amigos, parientes, familiares y por qué ha desertado de las redes sociales, contrariamente a lo que acostumbraba, él responde: “Estoy en una fase de meditación y de desapego”.
La periodista subrayó a menudo que la entrevista se realizó en la “casa de Hariri”. Al Premier le dice: “Yo misma fui acusada, por la gente, de ser parte de esta farsa. Honestamente yo no vi nada extraño, pero tampoco podría decir que está todo arreglado”. Cuando le pregunta dónde están sus hijos, le responde: “En casa. Están siguiendo esta entrevista en directo, en la TV. Pero, en Beirut se preguntan; ¿cuál casa? ¿acaso no es esa la casa de Hariri en Riad?
Las postura y el tono parecen mucho más serenos, en comparación al momento en que fue anunciada su renuncia.También han sido más calmas las declaraciones en relación al Líbano efectuadas por Sabban, ministro saudita de Asuntos del Golfo, después de su visita a Washington, la visita la presidente francés Macron y las declaraciones del Foreign Office británico que pidió “evitar transformar el Líbano en una zona de conflictos regionales de otros”.
Entre los motivos de su decisión, Hariri cita la “Obligación de tener relaciones con Damasco, que él rechaza, y el inaceptable rol desempeñado por un partido libanés en perjuicio de otros países árabes”. Pero de sus labios también surgen otros motivos: También debo pensar en mi familia”, dice. “Ud. sabe lo que pasó después de la muerte de mi padre”. “Entonces, ¿teme por su familia? ¿A quién teme? ¿Tiene miedo de los libaneses y de otros, visto que su esposa y sus hijos viven en Arabia Saudita?
En la frase más importante de la entrevista, Hariri dice: “Existen otros motivos para la renuncia, de los cuales no puedo hablar ahora” y agrega: “Los revelaré cuando haya vuelto a Beirut”.
En la entrevista él niega que haya sido amenazado “por Ali Akbar Welayati (un conocido político iraní, ndr)”. Y entonces, ¿quién lo ha amenazado? Si en el Líbano todos se han unido por ´’el, ¿por qué aún tiene miedo? Los servicios de seguridad libaneses negaron la noticia difundida por la TV saudita Al Arabiya que afirmaba que “según fuentes de inteligencia libanesa se estaba tramando un atentado contra la vida del Premier Hariri”.
La entrevista, que debía disipar las dudas, muy por el contrario, las ha vuelto aún más densas. Los telespectadores notaron que detrás de la periodista había un hombre con hojas en la mano, en la “casa de Hariri”. Pero su equipo de trabajo fue enviado de regreso al Líbano. Hariri miraba a ese hombre con nerviosismo. Las redes sociales libanesas, presentan una secuencia de la entrevista, pidiendo: “Todos queremos saber quién es este hombre”.
Hariri insistió en que los partidos en Líbano no deben interferir en guerras externas, sobre todo en Yemen. La periodista le recordó que también él interfirió y ayudó a la oposición anti-Asaad en Siria, contradiciendo cuanto afirma. Y Hariri respondió: “Mi intervención por el pueblo sirio la considero como una flor en el ojal, de la cual me jacto”.
El Premier advirtió que Arabia Saudita podría imponer sanciones económicas al Líbano si Beirut no vuelve a una situación de neutralidad. “Entonces quieren hacernos morir de hambre”, dijo la periodista: “al pedir condiciones que resultan imposibles de cumplir en el Líbano”. “Arabia Saudita ama Beirut -respondió Hariri- pero no puede amarla más que a Riad”.
E hizo un paso atrás: “Volveré al Líbano y trataré con las partes” y “podría renunciar a la dimisión si el Líbano pasa a ser neutral”.
En el día de hoy, los libaneses aguardan la visita del Card. Raï a Arabia Saudita, en la cual también esperan ver al Cardenal junto al premier Hariri con su esposa e hijos.
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