Lahore, un cristiano muere por las torturas recibidas bajo custodia policial

de Shafique Khokhar

Amir Masih tenía 25 años y acababa de ser padre por segunda vez hace ocho días. Están siendo indagados por homicidio el subinspector de la policía y cuatro agentes. La esposa del hombre amenaza con quitarse la vida junto a sus hijos. Activistas: “En todas partes del mundo, la policía tiene permiso para violar el juramento pronunciado, que es proteger los derechos humanos”.

Lahore (AsiaNews) – Amir Masih, un cristiano de 25 años, murió mientras se encontraba bajo custodia policial, a causa de la torturas infligidas por los agentes durante cuatro días. Su deceso fue el 2 de septiembre pasado en Lahore. El hombre había sido convocado a la comisaría para responder por una acusación de hurto. Salió de la comisaría agonizando, y murió en el hospital. La familia está desesperada y la esposa amenaza con quitarse la vida junto a sus dos hijos si no obtiene justicia. En diálogo con AsiaNews, el activista Rojar Noor Alam, comenta el caso: “El homicidio de Amir mientras se encontraba detenido, en manos de la policía, no solo es un crimen grave, sino también una grave violación a la Constitución”.

El cristiano acababa de ser padre por segunda vez apenas ocho días antes de su muerte. Amir Masih trabajaba como jardinero en la casa de un terrateniente musulmán en PF Colony (Lahore). Su esposa, Salma Bibi, ama de casa, cuenta que su marido era una persona “realmente gentil y trabajadora”. Ganaba 22.000 rupias (128 euros) por mes y estaba ahorrando parte de su salario para enviar a nuestros hijos a la escuela. Los policías crueles le arrancaron su vida sin razón”.

El 28 de agosto pasado, el cristiano fue convocado por el subinspector Zeshan, para presentarse en la comisaría de Shamali y defenderse de una acusación de hurto presentada contra él. Al ver que no regresaba a casa, su familia se alarmó y comenzaron a hacer averiguaciones. Fueron hasta la comisaría, pero los agentes informaron que Amir no estaba con ellos. El 31 de agosto, la familia presentó la denuncia de desaparición. El 2 de septiembre el subinspector llamó a Munir Bhatti, cuñado de la víctima, para solicitar que se presentaran a retirar al familiar, que había sido exonerado de todas las acusaciones. Al llegar a la comisaría, los parientes encontraron a Amir en condiciones críticas y lo trasladaron al Services Hospital de Lahore. Allí falleció pocas horas después.

Las investigaciones post-mortem revelan que el hombre murió por las torturas sufridas. El informe resalta la existencia de moretones en las piernas, en los brazos y en la espalda; fractura de costillas a causa de los golpes infligidos con barras de hierro. Hasta el momento se ha presentado una denuncia contra el subinspector Zeshan y cuatro policías.

Según Rojar Noor Ala, “los policías responsables deben ser castigados de forma ejemplar. La cuestión de los homicidios extrajudiciales y la tortura en manos de la policía debe ser planteada y debatida en la Asamblea Nacional, para que se apruebe una ley que controle estos episodios”. “Lamentablemente -agrega- hay sectores de la sociedad que siguen teniendo prejuicios respecto a las comunidades marginadas”.

Dil Nawaz Khan, teólogo e investigador en la Universidad de Liverpool, dedicado al diálogo islamo-cristiano, afirma: “La violencia ejercida por las fuerzas del orden constituye un crimen. Después del homicidio de Amir Masih, mataron a Salah ud Din, un discapacitado mental que había sido acusado de hurto en un cajero electrónico. En todas partes y en todo el mundo, la policía tiene permiso para violar el juramento pronunciado, que es proteger los derechos humanos”.