Lahore, 207 niños raptados en lo que va del 2016: se teme que haya una red de trata para el abuso sexual

de Kamran Chaudhry

La mayor parte de los niños vivían en un barrio pobre de la ciudad. No se solicitó un rescate: es posible que hayan terminado en una red de trata para su explotación. En el último mes, han desaparecido 20 niños y adolescentes; los cuerpos de cuatro de ellos fueron hallados en bolsas de residuos o arrojados en los vertederos.

Lahore (AsiaNews) – Desde que comenzó el año, en Lahore ya han sido raptados 297 niños y adolescentes, de los cuales 20 fueron secuestrados en el último mes. La mayor parte de ellos fueron hallados muertos, y sus cadáveres fueron descubiertos en bolsas de residuos, con signos evidentes de lesiones y abusos sexuales. Siendo que jamás se pidió un rescate por las víctimas, se teme que hayan terminado en una red de explotación sexual. Familiares y activistas se reunieron para protestar por estos secuestros, y marcharon hasta la sede de la Asamblea de Punjab. Exigieron un mayor control, protección para los niños y un resarcimiento para los padres de las víctimas.

La manifestación, con la marcha por las calles de Lahore, se llevó a cabo el 23 de julio. Los manifestantes entonaron el eslogan “Protección para nuestros niños”. Según las investigaciones, la mayor parte de los chicos desaparecidos vivía en el barrio pobre de Badami Bagh, sede del mayo mercado de frutas y verduras de la ciudad. De los 20 niños secuestrados en el último mes, los restos de cuatro de ellos fueron hallados en bolsas de residuos, arrojadas al agua o a los vertederos.

Shafique Bahtti, el padre de Umair Shafique, un niño de siete años, expresa todo su dolor a AsiaNews: “Umar desapareció el tercer día del Eid al-Fitr [la fiesta que señala el fin del Ramadán, ndr]. Tras cuatro días, su cuerpo fue hallado en una bolsa plástica cerrada, que había sido arrojada al canal de desagüe. Los investigadores dijeron que el niño fue víctima de violencia sexual”.

El hombre cuenta que la familia vive en la zona lindera con el mercado hace ya cuatro años, y que jamás tuvo problemas. “Mi hijo estaba jugando en la calle -continúa-. Sólo pude identificarlo por una radiografía, en la cual reconocí la fractura en la pierna izquierda, que se había hecho el año pasado”.

El padre informa también que el cuerpo del hijo fue mutilado, puesto que no tenía los ojos. Se desespera: “Umar era parte de nuestro corazón. Viviremos con esta carga por el resto de nuestra vida. Desde aquel momento mi esposa, que sufre de diabetes, se enfermó”. Bahtti denuncia que “la policía no ha hecho nada. Cuatro días después del funeral, un ministro provincial vino a reunirse con nosotros, pero sólo se quedó por algunos minutos. Queremos justicia para nuestro niño”.

Un escuadrón de la Agencia Central de Inteligencia está visitando las viviendas de las víctimas, y ha intimado a los niños a no salir solos de casa. Otros agentes se encuentran patrullando las calles. El Rawadari Tehreek Movement (Movimiento para la tolerancia) ha pedido que sea abierta una investigación. Samson Salamat, presidente cristiano del movimiento, afirma: “En Lahore, la situación es realmente preocupante. Hay un clima de terror a causa de las frecuentes desapariciones de niños y adolescentes, sobre todo en las zonas de Badami Bagh y Data Nagar. Los funcionarios de gobierno y los ministerios que tiene competencia en el tema deben afrontar el problema y emprender acciones inmediatas para salvar a los niños raptados. Pedimos que las familias de las víctimas obtengan resarcimientos y queremos políticas efectivas para evitar crímenes de este tipo en el futuro”.

Farooq Tariq, secretario general del Awami Workers Party, afirma que los secuestros ocurridos recientemente traen a la memoria el caso de Javed Iqbal, un asesino serial que mató a cera de 100 adolescentes. Iqbal fue arrestado en 1999, y confesó haber abusado de las víctimas y haber disuelto sus cuerpos en ácido. En el año 2011 se suicidó en la cárcel de Kot Lakhpat, junto a dos cómplices. Tariq recuerda: “En la casa del asesino pude ver los zapatos de los niños y los bidones de ácido. Temo que la reciente ola de secuestros tenga como objetivo la explotación de menores para fines sexuales”.