La venta de armas israelíes a China genera irritación en los Estados Unidos
El último escándalo, pasado por alto en silencio, culminó con el arresto de 20 traficantes e intermediarios. La venta de "drones suicidas" al gobierno chino, bajo la mira. El papel de la policía secreta israelí. El bloqueo de un comercio cuyo costo es "demasiado alto" para las relaciones con Washington.
Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - Para los expertos se trata de uno de los mayores escándalos de comercio de armas en la historia de Israel. En pocos meses, ha llevado a la detención de al menos 20 traficantes e intermediarios por parte de la policía secreta. En el país, el asunto fue pasado por alto en silencio. Los principales periódicos sólo han informado los hechos de forma fragmentada: por medio de la censura, se busca encubrir a las naciones que pretenden beneficiarse de este comercio clandestino; sin embargo, son varias las pistas que comienzan a filtrarse a través del trabajo de organismos independientes.
En primer lugar, sale a la luz el suministro de drones suicidas ofensivos a China, facilitando una poderosa arma capaz de atacar objetivos específicos. Según el periódico israelí Yedioth Ahronot, el volumen de negocio relacionado con el comercio ilegal de armas y municiones asciende a decenas de millones de dólares.
En las últimas décadas, el país vendió armas a unas 130 naciones, pero hasta la fecha es casi imposible hacerse de una lista de los países beneficiarios. A excepción del informe entregado al Registro de Armas Convencionales de la ONU, no hay datos oficiales sobre el tema. Israel se niega a publicar documentos, amparándose en un entramado de leyes y reglamentos que no exigen del gobierno transparencia en la materia. Y como es obvio, las empresas están sumamente interesadas en preservar la confidencialidad de su cartera de clientes.
En el pasado, las armas de Israel alimentaron el conflicto y la represión en Argentina, Serbia y Uganda. Más recientemente, cruzaron las fronteras de Sudán del Sur, Myanmar, Marruecos y Arabia Saudita; algunos de estos países están acusados de crímenes de guerra. Richard Silverstein, de Middle East Eye, señala que "ha habido numerosas ventas de armas a China" en el pasado reciente y "muchas han despertado la ira de Estados Unidos".
“Israel está jugando una partida peligrosa", añade Silverstein, "cultivando el comercio con China mientras intenta preservar las relaciones amistosas con los Estados Unidos. El experto Antony Loewenstein afirma que el último escándalo es sólo uno de tantos ejemplos: "Israel tiene una industria militar que no está regulada en su mayor parte”, explica, “y que permite al gobierno y a particulares vender armas, equipos de vigilancia y alta tecnología a algunos de los regímenes más despóticos del mundo, como Uganda y Filipinas”.
A pesar de la falta de regulación en la industria armamentística, en esta ocasión la policía secreta israelí (ISA) llevó a cabo una exhaustiva investigación que condujo al bloqueo de la cadena de comercio. Entre las razones que impulsaron a las autoridades a intervenir se encuentra el coste que conlleva en las relaciones con Washington, definido como "demasiado alto", sobre todo tras la elección del demócrata Joe Biden como nuevo inquilino de la Casa Blanca, mucho menos proclive que su predecesor Donald Trump a hacer la vista gorda frente a las acciones de Israel.
Los drones vendidos a China fueron fabricados por Israeli Aerospace Industries and Aeronautics Ltd. Estas naves no tripuladas pueden volar durante horas antes de dar con un objetivo y atacar con una explosión. Una versión moderna y tecnológica del kamikaze, que permite al mismo tiempo mantener el control de un territorio o de una población mediante el terror que genera la posibilidad de un ataque desde el cielo sin previo aviso. Recientemente se ha hecho un uso extensivo de este tipo de armas durante el conflicto de Nagorno-Karabaj, entre armenios y azeríes. "La Ley de Exportación Militar israelí de 2007 no incluye el control, la consideración o las restricciones relacionadas con los derechos humanos, porque no fue legislada teniendo esto en mente", señala la investigadora Sahar Vardi. "Detrás de la medida, hay un solo objetivo: permitir al Estado, y a Asuntos Exteriores, restringir las ventas en aquellas situaciones en las que Israel no tiene un interés político real".
23/02/2018 14:49