La semana próxima, voto de confianza para el nuevo gobierno opositor a Netanyahu
El primer ministro saliente tiene pocos días para intentar romper la alianza que lo desalojará del poder. Amenazas de muerte y ataques a los partidarios del futuro ejecutivo. Lapid: "Si los dirigentes utilizan la violencia e incitan a atacar a los miembros de la Knesset, entonces necesitamos un cambio". Se cancela la Marcha de las Banderas, pero los diputados de la derecha quieren desfilar.
Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - La semana próxima se espera obtener el voto de confianza para aprobar el nuevo gobierno de Israel, que podría poner fin a 12 años de Benjamin Netanyahu en el poder. Así lo anunció ayer el presidente del Parlamento, Yariv Levin, un hombre leal al primer ministro saliente, que sin embargo no quiso dar una fecha precisa. Quizás, para dejar un margen de tiempo que permita romper la frágil alianza que conforma el futuro Ejecutivo.
Los partidarios de Netanyahu han lanzado una violenta campaña contra sus oponentes, (que incluyen) amenazas de muerte y ruidosas protestas frente a sus domicilios. Un clima de odio y división que ha obligado a reforzar las medidas de seguridad en la Knesset, el Parlamento israelí, donde se necesita una mayoría de 61 diputados sobre un total de 120. Para alimentar la tensión, el propio Primer Ministro interino, acusó a sus antiguos aliados de "traición" por unirse a la izquierda y a un partido árabe (Raam) -que él mismo había cortejado en un vano intento de formar gobierno.
Sin embargo, el frente anti-Netanyahu parece resistir los embates externos, a pesar de los atentados y las (no pocas) diferencias ideológicas en su seno. El ultranacionalista y antiguo aliado de Bibi, Naftali Bennett, cubrirá el papel de primer ministro durante los dos primeros años, seguido por el centrista Yair Lapid, quien completará el mandato. Refiriéndose al Ejecutivo, Lapid, dijo que "se está perfilando, porque tiene mayoría" y estará basado en "la confianza, la decencia y la buena voluntad". "Estos últimos días han demostrado lo mucho que necesitamos un cambio”, añadió. “Si los dirigentes utilizan la violencia e incitan a atacar a los miembros de la Knesset, atentan contra sus hijos, contra la esencia misma del proceso democrático”, y dejó en claro, que “entonces, necesitamos un cambio".
Mientras tanto, algunos grupos de la derecha israelí han anunciado la cancelación de la controvertida "Marcha de las Banderas", que pretende crear nuevos enfrentamientos con los palestinos. La decisión se habría tomado tras algunas restricciones a la manifestación -prevista para el próximo 10 de junio- impuestas por la policía, con el objetivo de impedir el contacto entre las partes en puntos sensibles de Jerusalén Este. En un comunicado, la policía dijo que "por el momento no se aprobó el recorrido actual", pero tampoco afirmó que la marcha se haya cancelado.
Sin embargo, varios políticos israelíes de derecha -entre ellos Itamar Ben-Gvir, acusado por la policía de fomentar los disturbios, y el miembro del Likud May Golan- declararon que marcharían por las calles de la ciudad, amparándose en su condición de diputados. Khalil Hayya, un líder de primera línea del grupo extremista palestino Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, dijo que cualquier forma de provocación podría desencadenar una nueva guerra.