La rendición de Daesh abre la polémica sobre quién los apoyaba
Líbano celebra la victoria contra Daesh: es el primer país de la región y del mundo en ser liberado completamente de la organización terrorista. Hassan Nasrallah pide saber quién puso un freno al ejército en el combate contra el ISIS. Las acusaciones del ex presidente Suleiman.
Beirut (AsiaNews)- Hace dos días, a la hora del crepúsculo, el ejército libanés asistió al retiro de los más de 350 últimos combatientes de Isis que todavía estaban presentes en la cadena montañesa, en las puertas de la zona nororiental del Líbano, próxima a la frontera con Siria. En su humillante retirada, ellos se negaron a ser filmados por los medios. Los combatientes de Daesh y sus familiares han dejado el territorio libanés y la parte más extrema al este de Siria, para ser escoltados rumbo a Abu Kamal, la parte más occidental del mismo país, bajo la tutela de la Media Luna siria, que junto al convoy, transportaba a los heridos del grupo terrorista.
La partida de los terroristas se realizó con 17 autobuses -cada uno con unos 50 pasajeros a bordo, sumando un total de casi 850 personas-con las cortinas cerradas para evitar las miradas indiscretas.
La gente se despidió de ellos con disparos al aire en señal de júbilo, y la alegría de la victoria se difundió en pocos instantes por todo el país de los Cedros. Con orgullo, el Líbano pudo declarar ser el primer país de la región y del mundo que ha derrotado por completo a Daesh y que ha logrado expulsarlo del territorio nacional. En los montes de Kalamun fueron izadas banderas: la del Líbano, la de Siria y la bandera amarilla de Hezbollah, que confirma lo que en la jerga libanesa es definida como la “triple victoria”.
Mientras se movía el convoy de los derrotados de Daesh, aparecía en la TV el secretario general de Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, que anunciaba la victoria y las operaciones por detrás con los terroristas. A cambio del retiro de Daesh se obtuvo la liberación de un combatiente de Hezbollah que estaba en manos de la organización terrorista y la entrega de los cuerpos de los soldados del ejército libanés raptados en Ersal y luego degollados por los terroristas.
El orgullo de ser los primeros en el mundo en ser liberados de Daesh fue inmediatamente turbado por el mismo Nasrallah, el cual abrió las puertas a una nueva polémica anunciando: “Ahora es necesario revelar quién había impedido hasta ahora que el ejército libanés combatiera contra Daesh y pudiera expulsarlos del país”, o sea “aquellos que en el pasado decían que el ejército libanés no podría vencerlos”. Y agregó: “El ejército pudo antes, ha podido ahora y siempre podrá” eliminar a Daesh.
El ejército -continuó- habría podido hacerlo inmediatamente después de que Daesh hizo su aparición en el Líbano, de no ser por algunas fuerzas dentro del gobierno (libanés) que han puesto un freno al ejército, impidiendo que éste cumpliese con su deber. Hacerlo entonces hubiese sido menos costoso en término de vidas humanas de lo que ha sido hasta ahora”. La polémica encontró inmediatamente eco y se iniciaron las acusaciones recíprocas de unos contra otros.
Durante la noche, el ex vice-presidente del parlamento libanés, Elie Al Ferzuli, apareció en un canal de televisión privado para acusar sin medias tintas al ex presidente de la República, Michel Suleiman pidiendo que él “sea condenado por haber apoyado y patrocinado al terrorismo”. Después de la derrota de Daesh la opinión exige saber quién estuvo detrás de esta cuestión. Y esto es sólo el inicio.
01/09/2021 15:28
22/08/2017 12:41