La protesta de los jóvenes chinos 'tumbados': no a la cultura del exceso de trabajo (mal pagado)
Hacen lo mínimo indispensable en sus trabajos o estudios. Con el aumento del costo de vida, no ven perspectivas de mejora social. Peligro para la natalidad. Un desafío al modelo socioeconómico del país y, por tanto, al régimen del Partido Comunista Chino. La protesta se extiende a las universidades.
Beijing (AsiaNews) - Los jóvenes chinos se rebelan contra el trabajo excesivo y además mal pagado. Es el nuevo movimiento de los "tumbados", que hacen lo mínimo en su trabajo o estudio, cansados de las agotadoras horas de actividad, el encarecimiento del consumo y los precios por las nubes de la vivienda. El fenómeno preocupa a las autoridades, porque supone una amenaza para los grandes planes de "rejuvenecimiento nacional" que quiere poner en marcha el presidente Xi Jinping.
Los jóvenes chinos protestan contra la "cultura del exceso de trabajo", que a menudo se desarrolla en ciudades superpobladas, caóticas y con mucho tráfico. Rechazan un modelo de vida centrado exclusivamente en la producción y el consumo, donde los trabajadores están sometidos a fuertes presiones por parte de sus empleadores para alcanzar los resultados previstos. También es un sistema "regimentado", en el cual las empresas y las autoridades utilizan sistemas de vigilancia y reconocimiento facial para controlar la mano de obra y aumentar la productividad.
El eslógan "quédense tumbados, jóvenes" se ha difundido en la web a gran velocidad; se inspira en la filosofía griega antigua, un hecho insólito en un país donde la familia y la comunidad son más importantes que el individuo. La desaceleración del crecimiento económico en China debido a la pandemia y las tensiones comerciales con Estados Unidos habrían favorecido la difusión de la nueva actitud juvenil.
Convencidos de la limitada perspectiva de mejora social y de que están viviendo una verdadera "involución", los empleados y estudiantes universitarios consideran inútil sacrificar su vida para tener un coche, una casa o incluso formar una familia. Esta actitud explica en parte por qué la población ha respondido con tibieza al reciente lanzamiento de la política de tres hijos por matrimonio.
No solo mensajes en Internet. También comienzan a circular por el país camisetas que reproducen el eslógan del movimiento. Como señala el South China Morning Post, una encuesta realizada desde el 28 de mayo hasta el 3 de junio en el sitio de microblogging Weibo reveló que el 61% de los 241.000 participantes apoyan la protesta de los jóvenes.
Para el régimen, esto de "tumbarse" es un desafío al orden social y económico en el cual se funda su poder. En respuesta, las autoridades lanzaron una campaña mediática contra el movimiento, que según diversos observadores constituye una forma peligrosa de resistencia civil al modelo socioeconómico que promovió Deng Xiaoping hace 40 años.
Lo que puede parecer una especie de "sesenta y ocho" chino también está ganando adeptos en las universidades. El fin de semana pasado la policía allanó una universidad de Nanjing (Jiangsu) e interrumpió la protesta pacífica de un grupo de estudiantes contra la decisión de las autoridades de fusionar las estructuras con otras instituciones de la zona. Como informa hoy el Apple Daily, los agentes golpearon a decenas de estudiantes universitarios, acusándolos de mantener como rehén al director del complejo. Inmediatamente después del incidente, sin dar explicaciones, el departamento provincial de educación anunció la suspensión del proyecto de fusión.
13/04/2021 12:56
16/03/2021 14:16