La población de Hong Kong, cada vez más irascible frente a la violencia de la policía

de Paul Wang

La asociación de abogados condena el accionar de la policía en las manifestaciones. Anoche, en la estación del subterráneo metropolitano Prince Edward, los policías fueron rodeados por una multitud y recibieron una lluvia de críticas por haber detenido a un manifestante desmayado y en el suelo. En Kowloon Bay, los pasajeros de un autobús gritan contra los abusos de las fuerzas del orden.

Hong Kong (AsiaNews) – La población de Hong Kong se muestra cada vez más irascible frente a la violencia de la policía, acusada de uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes que desde hace tres meses toman las calles para protestar contra la ley de extradición y exigir democracia. Ayer, la asociación de los abogados difundió una declaración, condenando el accionar de la policía contra los manifestantes.

En la tarde de ayer, el Tamar Park, ubicado cerca de Admiralty, por segundo día consecutivo alojó una marcha en la que participaron 40.000 personas. Ya entrada la noche, cerca de las 23 horas, cuando la gente volvía a casa, la policía detuvo a dos personas vestidas de negro (el atuendo “distintivo” de los manifestantes) en la estación de la línea de subterráneo metropolitano Prince Edward. Uno de ellos, que llevaba una máscara anti-gas, se desvaneció. Enseguida se reunió una multitud, que rodeó a los policías, y comenzó a criticarlos, exigiendo que no ejercieran la violencia contra el hombre inconsciente que yacía en el suelo. En tanto, un enfermero voluntario trató de ayudar al hombre desmayado. Las personas que rodeaban a los efectivos continuaron gritando contra los abusos de las fuerzas del orden. Los policías se abrieron camino entre la gente usando gas pimienta y a fuerza de cachiporras. El joven desvanecido se encuentra internado en el hospital Kwong Wah. En declaraciones de esta mañana, el padre del joven -de 21 años- comentó que él se encuentra bien y ya puede hablar.

Anoche, cerca de las 21, la policía detuvo un autobús que cubría el trayecto entre Kowloon Bay y Lam Tin, para efectuar un control de pasajeros. Al menos 12 policías pidieron a 20 pasajeros que colocaran sus manos sobre la cabeza y controlaron la identidad de los presentes. Todos los pasajeros del autobús comenzaron a criticar a la policía, denunciando la inutilidad del control y gritando contra los abusos de las fuerzas del orden. Transcurridas casi dos horas, los policías arrestaron a algunos pasajeros, aduciendo que sus gritos “perturbaban la paz”.

Ayer, la asociación de abogados difundió una declaración en la que condena “cualquier abuso de poder” por parte de la policía, que en los últimos meses ha usado una “fuerza excesiva para dispersar manifestantes y efectuar arrestos”. La asociación, el cuerpo más importante del mundo jurídico de Hong Kong, acusa a los policías de “uso indiscriminado de gases lacrimógenos” y de disparar proyectiles para el control de masas, apuntando a la altura de los hombros o al rostro, y a corta distancia.

Además, se han vuelto frecuentes los episodios de golpes contra los detenidos, y la policía a menudo ha impedido que los arrestados accedan a la asistencia de un letrado.