La iglesia paquistaní debe aprender de los jóvenes que fueron a Cracovia

de Shafique Khokhar

Los jóvenes que partieron para Polonia han tenido dificultades para obtener la visa. Pero en los próximos días volverán a Pakistán y pueden ser ejemplo para todos los católicos. El sacerdote invita a la dirigencia eclesiástica a preparar en anticipo la próxima Jornada mundial de la Juventud.

Lahore (AsiaNews)- En un país que discrimina y margina a las minorías, los jóvenes católicos paquistaníes no veían la hora de participar a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, cuyo programa se concluyó ayer con un encuentro dedicado a los 20 mil voluntarios. Es el sentido del comentario del p. Bonnie Mendes, sacerdote de la diócesis de Faisalabad y secretario ejecutivo de la Oficina para el desarrollo humano de la Federación de las Conferencias episcopales asiáticas (FABC_OHD). A Asia News habla de las dificultades en el organizar la partida de los jóvenes, para los cuales obtener la visa de viaje no es tan fácil como en otros países. Si bien no hubieron grandes preparativos y la delegación no era numerosa, “estamos listos para recibir los mínimos beneficios que el evento nos podrá dar”.

El sacerdote considera que para aprovechar todas las oportunidades que tales encuentros ofrecen, es necesario prepararse al máximo y con larga anticipación. Por lo tanto invita a los vértices de la Iglesia a programar inmediatamente la participación a la próxima JMJ que se realizará en Panamá. A continuación el comentario (traducción a cargo de AsiaNews).

¿Qué me espero recibir de la Jornada Mundial de la juventud de Cracovia? En Pakistán en la vida de todos los días se enfrentan varios tipos de desafíos. Es difícil focalizarse sobre un particular objetivo. Es en este contexto que los jóvenes católicos paquistaníes han pedido ir a Polonia. A diferencia de los otros países en el cual a los jóvenes no necesitan la visa o en el caso en el cual sea necesario ellos están seguro de obtenerlo, en nuestro caso los jóvenes católicos no tienen la seguridad si podrán viajar o menos, hasta el último mes.

No obstante la difícil situación en Pakistán a causa de las discriminaciones, los jóvenes católicos estaban entusiasmados por la idea de ir a Polonia, pero la planificación de la Jornada Mundial de la Juventud no fue visible. No fue hecha mucha publicidad al encuentro. Y también si no habíamos hecho grandes preparativos para este evento mundial, estamos listos para recibir todo mínimo beneficio que éste nos podrá dar.

Algunos jóvenes católicos paquistaníes están escribiendo e-mail de Polonia en los cuales afirman que no conocen a muchos de los representantes provenientes del país. Yo creo que habría sido realmente difícil para cualquier director nacional juvenil poner junta a la entera delegación y llevarla a la Jornada Mundial. Dado el contexto, debemos estar satisfechos también sólo de lo poco que recibiremos de Cracovia.

El programa de las Jornadas Mundiales de la Juventud nace en 1986, cuando san Juan pablo II invitó a los jóvenes católicos a prepararse para los desafíos de nuestra época. Desde aquel momento las citas de la JMJ se realizaron a distancia de dos o tres años. Si bien el nombre es Jornada Mundial de la Juventud, esa dura una semana. Es la segunda vez que el programa se desarrolla en Polonia. La última ocasión fue en 1991, mientras sucedía la caída del régimen soviético. La de este año fue la 31° JMJ, y tenía como tema: “Beatos los misericordiosos, porque obtendrán misericordia”.

En el momento en el cual se concluye un programa, se revela dónde y cuándo se desarrollará el próximo cuál será el tema.

Pero ahora debemos serios y programar la próxima JMJ. Esto significa tener encuentros en manera regular en las parroquias activas-si no es posible en todas-sobre el tema de la JMJ. Los periodistas deben escribir sobre esto, en particular en lengua urdu.

Creo que sea muy importante organizar cada mes un encuentro de los jóvenes católicos paquistaníes. Las iglesias en las cuales lo jóvenes se encuentran en modo regular continuarán desarrollando programas estacionales, como aquellos dedicados a la Navidad o a la Cuaresma.

Yo considero que la educación se la pueda hacer con programas de formación para los jóvenes con una cadencia regular. Se deben involucrar a los jóvenes y el recorrido es importante. Los participantes aprenden siempre del recorrido. Los programas estacionales van y vienen y dependen del talento de los individuos. Los programas regulares (en cambio) involucran a todos. Hasta la persona con menos talento puede dar su propia contribución y a veces revelarse un gran alumno y colaborador en las actividades de desarrollo de los jóvenes.

No veo la hora que las Comisiones juveniles desarrollen un tal rol, dando inicio a las discusiones para la próxima JMJ y al mismo tiempo sacando enseñanzas de los jóvenes católicos paquistaníes que han participado en las varias JMJ. Debe hacerse una colecta de datos de todos aquellos que han participado en los programas. Debemos iniciar ahora la fase de inscripciones para la próxima JMJ.

Si trabajamos y programamos en modo sistemático, iremos muy adelante. Por el momento debemos aprovechar de todo aquello que podamos de aquellos jóvenes traerán de Polonia. Los jóvenes católicos paquistaníes deben organizar obras prácticas de misericordia. Esto será un resultado positivo que la Comisión juvenil podrá presentar al mundo entero. Pakistán tiene enormes problemas, hágannos ver cómo los jóvenes católicos pueden encontrar la solución a los problemas. El mundo necesita de amor, perdón y misericordia. Hágannos mensajeros de la Nueva Noticia.