La guerra en Gaza (y las tensiones entre Hezbolá e Israel), nuevos obstáculos para las elecciones presidenciales

de Fady Noun

Las tensiones regionales se suman a las divisiones internas, alejando aún más las perspectivas de un acuerdo para elegir jefe de Estado. El movimiento chií proiraní ataca, pero Teherán y Washington no quieren una guerra a gran escala. Fuente diplomática de AsiaNews: la aplicación de la resolución 1701 de la ONU y un acuerdo interno son esenciales.

Beirut (AsiaNews) - A los obstáculos que impiden la elección de un nuevo presidente de la República, cargo vacante desde el 31 de octubre de 2022, se agrega hoy un elemento externo suplementario: la continuación de los combates entre Hamas e Israel en Gaza y la "guerra de apoyo" a Hamas que el Hezbollah ha lanzado contra el Estado judío.

La inmensa mayoría de los libaneses son ahora rehenes de este conflicto. Fiel a la estrategia iraní de "unidad de frentes", Hezbolá lanzó una llamada "guerra de desviación" de baja intensidad contra Israel, al principio para aliviar la presión sobre el enclave de Gaza. Esta distracción "no ha conducido a nada", explica el experto militar general Khalil Hélou. Sin embargo, prosigue, Hezbolá hace oídos sordos y se opone a cualquier forma de acuerdo en la frontera, sobre todo en lo que se refiere a la aplicación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad -a la que, por otra parte, no se declara hostil- antes de obtener un acuerdo definitivo para un alto el fuego en la Franja.

Dos diputados representantes de la facción cristiana, Gebran Bassil, líder del Movimiento Patriótico Libre (MPL), y Samy Gemayel, líder del partido Kataëb, han reiterado en los últimos días su hostilidad a la guerra en la que participa Hezbolá en el sur del Líbano. Y que se ha cobrado varias víctimas innecesarias en la zona, ha destruido olivos, ha dejado estériles vastas zonas agrícolas mediante el uso extensivo de bombas de fósforo y ha convertido pueblos fronterizos enteros en ruinas y escombros. En una homilía durante la misa dominical de hace quince días, el jefe de la Iglesia maronita, el Patriarca Beshara Raï, denunció la "cultura de la muerte" y las "victorias ilusorias" que acompañan a este conflicto.

Hasta el momento, los combates se han cobrado al menos 262 vidas, entre ellas 38 civiles y 187 combatientes de Hezbolá, además de desplazar a más de 80.000 personas.

De hecho, el hecho de que Irán y Estados Unidos hayan dejado claro a los beligerantes que no desean una guerra a gran escala ha puesto de manifiesto el carácter ahora "forzado" de este conflicto, y ha permitido al Estado judío explotar esta nueva orientación en su beneficio. Y también por eso, el 20 de febrero, pudo aventurarse a bombardear la zona industrial de Ghaziyeh, a 40 km de las fronteras, con el pretexto infundado de querer atacar algunos "depósitos de armas de Hezbolá".

"El objetivo de este tipo de ataques", analiza Michael Young, experto del centro Carnegie pour le Proche-Orient, "es intentar tener un impacto en la población, a la que Israel intenta azuzar contra Hezbolá". La invitación iraní a reducir la intensidad del conflicto explica también la moderación mostrada por Hezbolá, que se ha abstenido de reivindicar el asalto a la base militar israelí de Safed, a 15 km de la frontera libanesa, que causó la muerte de un soldado israelí y heridas a muchos otros. La operación sirvió también al Estado judío de pretexto para un bombardeo de represalia, que diezmó a una familia de 11 miembros, entre ellos varios niños, en la localidad de Nabatiyeh, sede de una gran escuela de monjas antonianas.

En cualquier caso, fuentes diplomáticas occidentales entrevistadas por AsiaNews consideran que la única solución válida y viable en la frontera con Israel es "la aplicación de la resolución 1701", que pide el despliegue del ejército libanés y de las fuerzas de la Unifil al sur del río Litani. "La clave", continuó la fuente, "de la tragedia libanesa existe, se llama Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, pero nadie quiere utilizarla".

Vetos internos

En el frente de los vetos internos opuestos que han congelado de hecho el juego de las elecciones presidenciales, con el bloqueo adicional que representa la guerra en Gaza que parece estar ligada a la votación, continúan los esfuerzos para intentar llegar a un compromiso. Los embajadores del "Grupo de los Cinco" (Estados Unidos, Francia, Arabia Saudí, Egipto y Qatar) celebraron una reunión de coordinación en la Résidence des Pins el 20 de febrero por la tarde. "Hicieron balance de los últimos acontecimientos y discutieron los próximos pasos a dar", reza una nota de prensa de la embajada.

A este respecto, a los analistas políticos les cuesta imaginar que Hezbolá no quiera recoger los frutos de su compromiso militar, aunque el movimiento chií pro-Teherán diga lo contrario de palabra. Por su parte, los partidos cristianos creen que no se debe recompensar a Hezbolá por su "aventurismo". Sin embargo, "las polarizaciones geopolíticas opuestas de los partidos libaneses, que siguen frenando el proceso, no deberían impedir que las principales partes implicadas se consulten", subraya la fuente de AsiaNews, que pide el anonimato por razones de seguridad. "Y es en interés de todos los libaneses y de la economía del país", concluye, "que las instituciones vuelvan a ocupar su lugar en la vida nacional".