La guerra de Beijing contra la Navidad de los niños
Obligación de ir a la escuela el día de Navidad; prohibición de entrar a la iglesia para los menores de 18 años. Ahora están prohibidas las coplas para el Nuevo Año chino, si tienen un trasfondo religioso.
Shanghai (AsiaNews) – Niños y menores de 18 años bloqueados a la entrada de la iglesia para hacer efectiva la prohibición de no dejarlos participar en la misa de Navidad, En las escuelas, orden a los estudiantes para que no celebran la fiesta cristiana en ningún modo, obligando a la asistencia. Hasta las coplas (tradicionales carteles de augurios para el Año Nuevo chino, que se ponen en los costados de las puertas de las casas, que los cristianos adaptan con pensamientos religiosos, están prohibidos. El testimonio del p. Estanislao, un sacerdote de China del nordeste. En su narración maravilla la resistencia de los jóvenes, que presionaban para entrar en la iglesia. Sólo la intervención del párroco calmó las aguas.
Anteayer, la mañana antes de navidad, los funcionarios del Frente unido y de la Oficina de asuntos religiosos vinieron para hacer los augurios. Me recomendaron sobre los problemas de la seguridad y también me rocordaron que en los días de fiesta no está permitido a los menores participar a la Misa o encuentros nocturnos. Además las coplas augurales para la Fiesta de primavera no pueden ser vendidas o colocadas antes que sean aprobados.
Respondí: sobre los muchos problemas es necesario que discutamos; muchas opiniones pueden ser sólo opiniones, no normas y no podrían ser tan generales como las políticas constitucionales. Los dirigentes del Frente unido quizás no querían polemizar; abierto el debate, se apuraron en irse.
Sin embargo antes de Navidad el Departamento de la educación informó a cada escuela, oralmente o por escrito, que se debían continuar las lecciones durante el día y la tarde. Además dio disposiciones para que los estudiantes durante las fiestas navideñas no hiciesen regalos y no organicen fiestas o encuentros con trasfondo religioso. Afortunadamente confiando en la gracia de Dios, nuestros jóvenes, quién antes quién después, uno después del otro, vinieron a la Misa de medianoche. Los hombres de la policía al final tuvieron una actitud dura estando de guardia sólo para la seguridad pública, sin interferir con los asuntos de los otros.
A la mañana temprano recibí una llamada telefónica de mi madre: hablaba en modo excitado. Me dijo que en la iglesia de nuestro pueblo los funcionarios del gobierno habían prohibido severamente a los menores que participasen en los ritos y surgió un litigio que no se calmaba. Al final el párroco para continuar con la celebración, al menos pudo bendecir a los niños, dejándolo luego libres para que pudiesen volver a sus casas.
El día siguiente supe que en otra iglesia de la zona había sucedido lo mismo: a los niños no se les permitió participar. Los funcionarios del gobierno desde el inicio hasta el final estuvieron allí observando cautelosamente.
En la iglesia de mi ciudad la Oficina para los asuntos religiosos envió a la gente a monitorear de tal manera que los menores permaneciesen en otros locales y no participasen en la Misa de medianoche.
En otra iglesia de una gran ciudad de mi provincia a los menores no les fue permitido participar. En la reja y la puerta fueron colocados sistemas de seguridad, por un lado para controlar, por el otro para devolver a la gente.
En el noticiero escuchamos al vocero del Ministerio de Exteriores, la señora Wah, llena de retórica y segura de sí decir al mundo: “Ustedes no entienden a China. ¡No saben cuántos templos budistas y taoístas e iglesias cristianas obran legalmente en China? ¡Los ciudadanos chino según la ley gozan de plena libertad religiosa! ¡Hemos tomado medidas preventivas contra los terroristas y los extremistas, para permitir a tanta gente común gozar plenamente de la normal libertad religiosa! En los noticieros se continúa hablando de “confianza” y “libertad religiosa”.
En las iglesias de campo de mi zona las cruces las sacaron y luego las volvieron a colocar, pero quizás en el futuro serán destruidas. hay que hacer notar que se tratan de lugares de culto registrados.
La iglesia de mi provincia no tuvo ni siquiera el permiso de imprimir las coplas para la Fiesta de primavera. En el depósito de la tipografía las coplas de la Iglesia fueron destruidos. (Los había escrito yo personalmente, usando el pincel y lo inmergí en la tinta).
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04