La entrevista al Papa sobre China no aplaca los temores de los católicos
Una investigadora de la Academia china de Ciencias Sociales comenta las palabras de Francisco sobre la nación asiática: “Agradables” las referencias en cuanto al la cultura y al pueblo, “sorprendente” la ausencia de referencias a las cuestiones religiosas. Los fieles la recibieron con cierta duda, pero esperan que sus temores pronto sean disipados.
Beijing (AsiaNews) – Hace algunos días, los medios hablaron una vez más acerca de un posible acuerdo sobre el nombramiento de los obispos chinos, al cual se habría llegado durante recientes negociaciones entre China y el Vaticano. ¿Qué les sucede a los “obispos ilícitos”, y cuál es el destino de los obispos clandestinos, que no son reconocidos por el gobierno chino? ¿Cuál es el método para la futura selección de obispos? Son éstas las preguntas que más preocupan a los fieles de la Iglesia católica en China.
En este delicado momento, el 2 de febrero, Francesco Sisci de Asia Times (periódico con base en Hong Kong) publicó una entrevista exclusiva al Papa Francisco. Entrevista que fue tan agradable como sorprendente. Agradable, porque Francisco habló poco antes del Año Nuevo lunar chino. Como siempre, elogió la cultura y el pueblo chinos, y expresó el gran respeto de la Iglesia católica por la cultura china. Agregó que la Iglesia quiere ser como el padre jesuita Matteo Ricci, trazando un sendero para el camino rumbo a un diálogo con la cultura china. En esta entrevista, el Papa Francisco envió sus augurios por el Nuevo Año al pueblo chino, así como al presidente de la República popular, Xi Jinping.
El Papa respondió a las preguntas del periodista sobre economía y sobre los problemas sociales de China, pero no mencionó ninguna cuestión religiosa o política, y tampoco habló de las negociaciones entre China y la Santa Sede. En China continental, gran parte del clero y de los fieles católicos, a causa de sus limitaciones con el manejo de la lengua, no ha podido leer de manera directa el texto de la entrevista en inglés, y para comprender su contenido, ha tenido que fiarse de los medios en lengua china, o bien a los breves artículos en chino de los medios extranjeros.
La entrevista, por otro lado, no dice ni una palabra acerca de la situación de la Iglesia católica en China o acerca de los contactos China-Vaticano, no obstante los rumores de un posible acuerdo sobre el nombramiento de obispos. Para los católicos de China, se ha tratado de un hecho sorprendente que ha causado cierto malhumor, dado que no ha sentido el cuidado y la preocupación por parte del Santo Padre, en tanto líder suyo. Reacciones de este tipo han sido leídas en algunos medios católicos, y en algunos comentarios escritos por usuarios de los sitios web católicos chinos.
En la entrevista, el Papa Francisco reiteró su buena voluntad y su admiración por China y por el pueblo chino. Como es habitual en la práctica, China respondió a las palabras del Papa a través del vocero del ministerio de Asuntos Exteriores, en lugar de hablar a través de sus propios líderes nacionales. Esta entrevista no ha sido la excepción, y el vocero ha respondido: como siempre, nada nuevo.
En los últimos años, la Administración estatal para los asuntos religiosos ha enviado -de manera pública- sus augurios a los fieles de las distintas religiones en ocasión de las más importantes festividades religiosas, como son la Navidad de los cristianos o el l’Eid al-Fitr de los musulmanes. Los líderes chinos jamás han respondido a los augurios de ningún líder religioso mundial, pero han hecho excepciones cuando se ha tratado de encuentros cara a cara.
Al margen de esto, Radio Vaticana, un órgano de información del cual los católicos chinos se fían, ha informado acerca de la entrevista al Papa de Asia Times. Las expresiones originales usadas por el Papa, al hablar de China, han sido: “sabiduría inagotable” y “gran historia de sabiduría”: el artículo [en chino] de la Radio tradujo estas palabras como “extraordinaria sabiduría” (超凡绝伦的智慧). Esto ha causado muchas dudas a los fieles y a los sacerdotes chinos. Después de todo, las visiones y las valoraciones sobre la tradición cultural china son diversas, además de ya conocidas por todos.
Según los artículo de la prensa, en los últimos años, China y el Vaticano se enfrentaron en aproximadamente tres oportunidades por cuestiones relativas a la Iglesia católica china. Sin embargo, la Iglesia misma, objeto del diálogo, no tiene claridad acerca de lo que se habla, y sólo puede fiarse de lo que sale publicado en los periódicos. Los católicos de China han esperado comprender si es posible llegar a un acuerdo, y cuál es el contenido del mismo, además de saber cómo será el futuro de la Iglesia en China. Sin embargo, el hecho de que la entrevista del Papa no mencione ninguno de estos problemas no solamente ha entristecido a los católicos, sino que ha incrementado el miedo y el sentimiento de impotencia.
Espero que esta ansiedad sea similar a la de la mujer encinta que, durante el trabajo de parto, espera con impaciencia tener buenas noticias con respecto al nacimiento de su hijo. Los católicos chinos aguardan buenas noticias sobre un concreto mejoramiento de las relaciones entre China y el Vaticano.
*Investigadora en el Instituto de Religiones mundiales de la Academia china de Ciencias Sociales de Beijing
