La crisis político-económica y el Covid-19 alimentan los suicidios entre los libaneses
Ayer hubo un nuevo intento: un hombre se arrojó de un puente y resultó gravemente herido. Anteriormente, uno de 61 años se disparó con un revólver en pleno centro de Beirut, atacando a las instituciones. El mismo día, un padre de familia de 37 años se ahorcó. Las autoridades no revelan la cifra de suicidios en lo que va del 2020.
Beirut (AsiaNews/Agencias) - Ayer se registró un nuevo intento de suicidio en el Líbano, con un hombre que se arrojó de un puente y sobrevivió a la caída. Un hecho que vuelve a llamar la atención sobre las gravísimas consecuencias sociales de la crisis política y económica que atraviesa el país. Una escalada que parece no tener fin y que ha llevado a que cada vez más personas sientan el impulso de poner fin a su vida. Se trata de un fenómeno que afecta especialmente a los ciudadanos libaneses y migrantes que se han quedado sin dinero y sin empleo.
El último caso de la crónica corresponde a un hombre que intentó quitarse la vida en la mañana de ayer, arrojándose del puente de Bourj Hammoud, en el norte de Beirut. De inmediato, fue trasladado al hospital por las graves heridas recibidas como resultado de la caída. La opinión pública no puede sino retrotraerse a un hecho ocurrido hace 10 días, cuando un suicidio a plena luz del día, en la capital, sacudió a la gente, generando gran estruendo.
Un hombre de 61 años, oriundo de Hermel, en el valle de la Becá, se disparó con un revólver en plena calle. En la acera, junto a él, dejó un registro de antecedentes y una nota de su puño y letra: “No es que no sea creyente, es el hambre que no cree”. Antes del tiro fatal, agitó la bandera nacional y gritó: “Por un Líbano libre e independiente”. Ese mismo día dejó este mundo un hombre de 37 años, conductor de un camión y padre de una niña de 7 años: se ahorcó en Jadra, en la región de Saida.
Hace semanas que el Líbano ha devenido escenario de violentas protestas contra el gobierno, que se han agudizado por la hiperdevaluación, ante la peor crisis económica vista en décadas, agravada por la pandemia de Covid-19. Ante el riesgo de la pobreza y del derrumbe del pacto político, social e institucional sobre el cual se funda el Líbano, el patriarca maronita Beshara Raï ha intervenido en numerosas oportunidades, atacando, entre otros, a Amal y a Hezbollah (pero sin mencionarlos), que alimentan “el caos y la revuelta”.
Fuentes institucionales informan que el número de suicidios del año en curso aún no está disponible; en el 2019, la cifra llegó a 176, mientras que el año anterior fue de 157. En el caso de los últimos suicidios, las dos personas realizaron el gesto luego de perder todo lo que tenían y con un horizonte oscuro a futuro. Dos casos extremos, que desataron una ola de ira en todo el país.
17/07/2020 11:27
20/08/2020 12:25
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