La crisis entre Doha y Riad ‘ha fortalecido a Qatar y ha debilitado la alianza del Golfo’
Según el jeque Mohammad ben Abderrahmane al-Thani, el país y su pueblo “son más fuertes”. Niega que haya una situación de “aislamiento”, y dice que Doha ahora es un “socio internacional que pesa”. La adquisición de un sistema de defensa ruso arriesga abrir un nuevo frente de choque con Riad. La inútil mediación del Consejo de Cooperación del Golfo.
Doha (AsiaNews/Agencias) - La crisis política, diplomática y económica que desde hace un año enfrenta a Doha con otras naciones del Golfo, y en particular, a Arabia Saudita y Qatar, en los hechos ha “fortalecido” al emirato. Es lo que afirma el ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, el jeque Mohammad ben Abderrahmane al-Thani, destacando que el país hoy es más competitivo en la escena internacional y más sólido desde el punto de vista interno.
“Un año después –escribió el ministro en Twitter – Qatar y su pueblo son más fuertes”. Siendo uno de los principales actores de la peor crisis atravesada por las monarquías del Golfo, al-Thani agrega que “se habla demasiado de las victorias imaginarias y del aislamiento” del país. En realidad, habiendo pasado un año, la realidad “da cuenta de lo contrario”, porque [Qatar] “se ha convertido en un socio internacional de peso”.
Desde el 5 de junio pasado, Arabia Saudita, los Emiratos, Bahréin y Egipto han cortado todas sus relaciones con Qatar, a quien acusan de financiar grupos terroristas que operan en la región. Según ciertos analistas y expertos, lo que motivaría el choque entre Qatar y Arabia Saudita serían los lazos que mantiene Doha con Teherán, que recientemente confirmó su apoyo económico y diplomático a su socio del Golfo.
En realidad, detrás de la controversia habría una contraposición dentro del islam sunita, entre Doha y Abu Dabi. Ésta ha aislado al pequeño emirato en el área, haciendo que se acerque aún más a la República islámica, a Turquía y a Marruecos. Muchos bienes y productos ingresan a Qatar a través de Kuwait y Omán.
La vocera del ministerio, Louloua al-Khater, anticipó en la jornada de ayer, la posibilidad de entablar nuevos diálogos en septiembre, para tratar de desbloquear la situación de tensión. Sin embargo, advierte que “eso dependerá de los países del bloque”. Doha “está abierta al diálogo”, pero al mismo tiempo, la cúpula del gobierno seguirá trabando negociaciones con Moscú para la adquisición del sistema misilístico ruso de defensa antiaérea S-400. Un proyecto, este último, que parece destinado a incrementar las tensiones con las demás naciones del área. En respuesta a ello, la dirigencia de Arabia Saudita se volcó a Francia, para que intervenga en el Kremlin y bloquee la venta de armamento. De lo contrario, el reino wahabita dice estar dispuesto a emprender una acción militar contra Qatar.
En una situación de creciente tensión, la primera víctima de esta crisis parece ser el Consejo de Cooperación del Golfo (GCC), nacido en 1981 con el impulso de Arabia Saudita y el respaldo de los EEUU, en respuesta a la revolución de los ayatolás en Irán, en 1979. El bloque está formado por seis naciones: Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.
A lo largo de estos 12 meses se han registrado durísimos cruces de acusaciones y amenazas dentro de dos bloques contrapuestos, que arriesgan hacer colapsar una institución que viene atravesando una crisis desde hace tiempo. Hasta ahora, ha servido de poco la frágil mediación de Kuwait, que trata de preservar la unidad y de eludir otro conflicto en una región que ya vive atormentada por demasiadas guerras. Y lo cierto es que las recientes amenazas sauditas de atacar Doha no colaboran para aplacar la tensión.
17/12/2016 13:14
03/12/2018 10:08