La crisis económica y el Covid arrastran a las escuelas católicas filipinas
Con más de 30 años de actividad, cierra el Colegio de San Lorenzo en Quezon City. Cerca del 85% de las 865 escuelas privadas que suspendieron sus actividades estaban dirigidas o fundadas por católicos. El fenómeno afecta a 58.327 alumnos y 4.488 docentes. En el año académico 2020-21, más de 250.000 alumnos pasaron de instituciones privadas a públicas.
Manila (AsiaNews) - Con más de 30 años de actividad, el Colegio de San Lorenzo, una institución católica privada fundada en 1987 en Quezon City, anunció la suspensión permanente de todas las actividades debido a la grave crisis económica, agudizada por el covid. “Con el corazón triste -explican los directivos en una nota- queremos informarles que, debido a la inestabilidad económica y sin la perspectiva de financiamiento en el horizonte, agravada por la pandemia [...] el Consejo de Administración ha tomado la dura decisión de cerrar definitivamente el establecimiento".
El escaso número de inscripciones para el curso 2022-23, explican los responsables, hace que sea "difícil que siga funcionando" y a quienes ya hayan pagado sus cuotas se les devolverá el importe completo. Los alumnos también podrán contar con ayuda para inscribirse en otros establecimientos, incluso los que comienzan el primer año de universidad.
El Colegio de San Lorenzo es una institución católica fundada por Annette y Cirilo Lloyd Balgan. Uno de los principios inspiradores del colegio fue "responder al llamado de la Iglesia a una mayor participación de los laicos en el apostolado de la educación". Se brindó a los alumnos una educación integral que trascendía el ámbito del conocimiento en función de una formación que abarcaba también el ámbito espiritual, inspirándose en san Lorenzo Ruiz De Manila y "viviendo su camino al servicio de Dios".
La institución de Quezon City finalizó su actividad el 15 de agosto y refleja una crisis más amplia que afecta en general a los colegios católicos de Filipinas, como muestran los datos del Ministerio de Educación. En efecto, más del 85% (cerca de 700) de las 865 escuelas privadas -sobre un total de 14 mil- que cerraron en este tiempo en todo el país eran fundadas o estaban administradas por católicos. La crisis económica, agravada por la emergencia pandémica ha reducido drásticamente los fondos disponibles.
Los cierres afectaron a 58.327 estudiantes y 4.488 docentes.
El Holy Spirit School di Manila, institución con 109 años de historia a sus espaldas, cerró sus puertas en 2020, primer año de la crisis sanitaria (y también económica y social) desencadenada por el nuevo coronavirus. En los dos últimos años, explican los expertos, un gran número de alumnos de colegios privados decidieron pasar a instituciones públicas: “Según nuestros datos -subraya la ministra de Educación Leonor Briones- antes de que comenzara el año académico 2020-2021, al menos 250.539 estudiantes pasaron de instituciones privadas a colegios públicos”.
Queda abierta la polémica por el cierre repentino del Colegio de San Lorenzo que, según algunas voces críticas, no se avisó con la suficiente anticipación, actuando de una manera que se considera "arbitraria". La Comisión de Educación Superior (CHEd) ha abierto un expediente al respecto, y su presidente Próspero de Vera hizo referencia a "posibles violaciones" en el procedimiento adoptado.
