La conversación telefónica de Xi con Kiev y la mediación que todavía no llega

Reafirmó las posiciones ya conocidas con el único añadido del compromiso de enviar al ex embajador Li Hui a Ucrania y Moscú "para una comunicación profunda". La cuestión de la salvaguarda de la integridad territorial, reiterada hoy también a las demás ex repúblicas soviéticas, se entrecruza con las posiciones de Beijing sobre sus fronteras. Mientras tanto, "los esfuerzos para restablecer la paz" en el encuentro de hoy entre el Papa Francisco y el primer ministro ucraniano Shmyhal.

Milán (AsiaNews/Agencias) - Ha llegado la llamada telefónica con Kiev después de más de un año. Junto a ella, el compromiso de enviar "a Ucrania y a otros países" al representante especial del gobierno chino para los asuntos euroasiáticos -el ex embajador de Beijing en Moscú Li Hui- "para tener una comunicación en profundidad con todas las partes sobre la solución política de la crisis". Pero, más allá de esto y de la retórica de los medios oficiales chinos sobre Beijing ocupándose de apagar un fuego al que otros echan gasolina, no hay novedades sustanciales en los relatos de la conversación telefónica de ayer entre el presidente chino Xi Jingping y el presidente ucraniano Volodymir Zelensky.

La llamada telefónica -que, según los informes, sucedió por iniciativa de Kiev y fue bien acogida por Beijing- siguió las líneas del "plan de paz" de 12 puntos que el presidente chino anunció en febrero, y que se limitaba a una serie de declaraciones de principios que incluían la preservación de la integridad territorial, pero sin explicar cómo esto podía ser compatible con la invasión rusa de hace catorce meses. Después de todo, desde el principio China nunca quiso la escalada del conflicto en Ucrania. Y la misma "asociación ilimitada" con Moscú -reiterada por Xi Jinping en su reunión de este mes en Moscú con Vladimir Putin- incluso en el terreno económico ha estado hasta ahora mucho más atenta a sus propios intereses que al apoyo político a su aliado. Con Ucrania, por tanto, las relaciones bilaterales en el marco de la Iniciativa Belt and Road habían alcanzado niveles importantes antes de la guerra, con inversiones chinas en infraestructuras por valor de 2.000 millones de dólares anuales entre 2019 y 2021. Y ayer Zelensky confió en que la llamada telefónica con Xi Jinping "suponga un fuerte impulso para el retorno, la preservación y el desarrollo de esta dinámica a todos los niveles".

En la nota sobre la conversación que difundió Beijing, Xi Jinping habría reiterado que "China no es parte en el conflicto y no quiere permanecer al margen, ni echar leña al fuego y sacar provecho de la situación". Palabras de las que se desprende más la intención de reafirmar su lugar en cualquier mesa de negociación que una intención concreta de avanzar en un papel de mediación.

Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha dado hoy otra señal tranquilizadora, esta vez para los países de Asia Central. En una reunión con sus homólogos de Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán en la ciudad de Xian, el ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang, declaró que "China, como siempre, apoyará firmemente a los países de Asia Central en la salvaguarda de la soberanía nacional, la independencia, la seguridad y la integridad territorial". Nuevas palabras de consuelo tras el revuelo que causó el embajador de Beijing en Francia, Lu Shaye, quien en una entrevista en la televisión francesa el 21 de abril había cuestionado la soberanía de las antiguas repúblicas soviéticas.

En definitiva, el juego diplomático para resolver el conflicto en Ucrania aún está por empezar. Y la esperanza que se desprende del encuentro de hoy en el Vaticano entre el Papa Francisco y el Primer Ministro ucraniano, Denys Shmyhal, también apunta a que se aliente esta vía. "Durante las cordiales conversaciones", dice la nota difundida por el Vaticano, "se pusieron de relieve las diversas cuestiones relacionadas con la guerra en Ucrania, con especial atención al aspecto humanitario y a los esfuerzos para restablecer la paz". Asia podría convertirse en un importante cruce de caminos en las próximas semanas, gracias a la cumbre del G7 prevista en Hiroshima del 19 al 21 de mayo. Ayer, algunos observadores se preguntaban si la llamada telefónica entre Xi Jinping y Zelensky podría allanar también el camino para que el Secretario de Estado norteamericano Anthony Blinken viaje a Beijing, lo que estaba previsto para febrero, pero fue aplazado a causa de la "crisis" de los globos espía.

Por su parte, Xi Jinping, en la llamada telefónica de ayer, a pesar de la cuestión de Taiwán, aprovechó para que Zelensky reafirmara la "inquebrantable adhesión de Ucrania a la política de una sola China", según consta en el relato de la llamada telefónica publicado por Kiev. Porque incluso cuando insiste en la integridad territorial, Beijing vela mucho más por sus propias fronteras que por las de los demás.

"LINTERNAS ROJAS" ES EL BOLETÍN DE ASIANEWS DEDICADO A CHINA.

¿LE GUSTARÍA RECIBIRLO TODOS LOS JUEVES EN SU CORREO ELECTRÓNICO? SUSCRÍBASE AL BOLETÍN EN ESTE ENLACE.