La aviación rusa bombardea Idlib. Los rebelde se preparan para una ‘defensa hasta el final’

Los cazas de Moscú reiniciaron a atacar después de una tregua de 3 semanas. Al menos 10 cazabombarderos involucrados en la operación. Trump amenaza a Moscú y a Damasco. En la provincia los grupos rebeldes y yihadistas se preparan para la resistencia. Dudas sobre el apoyo de Ankara. Una fuente local: “Si cae, terminaremos todos en el cementerio”.

Damasco (AsiaNews)- Con una serie de ataques aéreos de la aviación de Moscú inició esta mañana la ofensiva ruso-siria contra Idlib, provincia del noroeste del país, último bastión que aún está bajo el control de los grupos rebeldes anti-Assad y de las milicias yihadistas. El ataque ordenado por el Kremlin es el primero en el área en 3 semanas y es la señal que podría desencadenar la acción decisiva de Damasco, mientras que la Iglesia local y los organismos internacionales observan con atención y preocupación (por los civiles) la evolución de la situación.

Fuentes del Observatorio sirio por los derechos humanos, Ong con base en el Reino Unido y una entramada red de informadores en el territorio, refieren que “los cazas rusos reiniciaron los bombardeos en la provincia de Idlib, después de 22 días de pausa”. Según algunos sería una (primera) respuesta al lanzamiento de cohetes contra posiciones gubernamentales en la fronteriza provincia de Latakia.

Los misiles rusos han centrado diversas ubicaciones de los yihadistas de di Hayat Tahrir al-Sham en la ciudadela de Jisr al-Shughur, y un área controlada por grupos rebeldes cercanos a Turquía, incluida la ciudad de Ariha. Por el momento no se tienen informaciones sobre las víctimas o sobre los heridos entre los grupos que se oponen al presidente sirio Bashar al-Assad y al gobierno de Damasco.

En los ambientes diplomáticos se habla de las “más masiva campaña aérea de este año” contra la provincia rebelde de Idlib por parte de Rusia. El ataque involucró “al menos 10 cazabombarderos Sukhoi”, que han realizado más de 50 ataques en lAs partes “meridional y oriental” de la provincia, donde viven unos 3 millones de personas, un tercio evacuado de otras regiones de Siria.

En previsión de un posible ataque, durante la noche el presidente de EEUU había dirigido una nueva amenaza al eje Moscú-Damasco. En un mensaje enviado por Twiter el jefe de la Casa Blanca se dirige a Assad diciéndolo que: “No debe atacar desconsideradamente la provincia de Idlib. Los rusos y los sirios-agrega- cometerían un grave error humanitario participando en esta potencial tragedia humana. Centenares de miles de personas podrían morir. ¡No dejen que eso suceda!”.

Mientras tanto los grupos rebeldes en el área se preparan a responder a un ataque del gobierno y están listos para luchar “hasta el final” para defender el territorio. A diferencia del pasado, cuando en Alepo, Ghouta o Deraa los milicianos concordaron la fuga a través de corredores humanitarios, el área de Idlib aparece hoy como una zona de resistencia contra el gobierno sirio. Y no hay posibles vías de escape dentro del país.

“No tenemos ningún otro lugar donde ir, por lo tanto es claro que nos vamos a defender”, afirma un combatiente de nombre Abdelrahmane, contactado por el L’Orient-Le Jour. En la zona se respira un clima que varía del optimismo a la angustia. “Estoy seguro que no sucederá nada”, agrega Mohammad. “Los turcos-advierte- están listos para enviar refuerzos”. Entre los rebeldes queda la esperanza de un apoyo de Ankara, pero no está descontado ni el apoyo armado ni la acogida más allá de las fronteras, visto que el gobierno turco está ya comprometido en su frente interno por una grave crisis económica. “¿Una posible batalla”? Cuando sucederá, pensaremos y haremos programas”, afirma Aya Fadel.

En Idlib se encuentran hoy parte de los evacuados de Ghouta oriental, entre los cuales el doctor Walid Awata que vive en Afrin, pero va a trabajar a la provincia, entre los grupos rebeldes. “Idlib no es como las otras regiones”, advierte. es considerada como el alma de la revolución, porque es el último bastión, el último puesto del ajedrez. Si cae, terminaremos todos en el cementerio”.