La atracción de los BRICS avanza entre los países de la ASEAN
Tailandia y Malasia son los dos últimos países que manifestaron interés en el foro global patrocinado por China. Según declaró el primer ministro Anwar Ibrahim en Kuala Lumpur, la decisión de unirse ya está tomada. Filipinas y Vietnam son más cautelosos y temen un mayor fortalecimiento de la hegemonía política de Beijing incluso en las disputas marítimas.
Bangkok (AsiaNews)- Un número creciente de países de la ASEAN están considerando unirse a los BRICS o han expresado interés por hacerlo en el futuro. Laos y Myanmar ya habían declarado su interés el año pasado y en enero la responsable de la diplomacia indonesia, Retno Marsudi, explicó que Yakarta está evaluando los posibles beneficios de unirse a los BRICS, mientras que Vietnam por ahora sólo "observa atentamente el proceso de ingreso".
El Ministerio de Relaciones Exteriores tailandés habría presentado una solicitud formal en la segunda quincena de junio. Y Malasia expresó abiertamente su intención de unirse al grupo el 16 de junio, apenas tres días antes de la visita de Li Qiang, la primera de un primer ministro chino desde 2015. La decisión a la que también se refirió calurosamente el jefe del gobierno malasio, Anwar Ibrahim, quien en una entrevista del portal de noticias chino Guancha, confirmó que "la decisión está tomada" y en breve se iniciarán los trámites.
Otros gobiernos de los diez miembros de la ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, se han expresado hasta ahora de manera más cautelosa y dos de los fundadores, Filipinas y Vietnam, se limitan a observar. Una de las razones, que comparten muchos países y expertos, es el temor de que el ingreso conduzca a una dependencia excesiva de los intereses de los socios mayores, y en particular de China, que tienen capacidad para imponer la mayoría de las decisiones y orientaciones.
Un peso que de ninguna manera está equilibrado por la consistencia económica de los otros cofundadores en 2002 (Brasil, India y Rusia) o de las posteriores incorporaciones, empezando por Sudáfrica en 2010, a las que el 1 de enero de este año se sumaron Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Si el valor del PIB conjunto de los miembros es actualmente de 28.500 millones de dólares (aproximadamente el 28 por ciento de la economía mundial), China por sí sola vale 18.500 millones. Pero su importancia estratégica, la amplitud de sus intereses y un poderoso aparato militar hace que las necesidades chinas sean una prioridad para todo el bloque, que a su vez - con relaciones más estrechas mediadas para muchos por intereses ideológicos - parece dar la bienvenida con pocos cuestionamientos al liderazgo de Beijing.
La posibilidad de llevar el propio potencial a un nivel superior en "un circuito alternativo de liderazgo de la gobernanza global" - como sugiere Alan Chong, profesor de la Rajaratnam School of International Studies de Singapur - atrae a muchos. Pero el riesgo es que, en un momento tan lleno de incógnitas y tensiones como el actual, los países de la ASEAN - territorialmente cercanos a la República Popular China y conectados en varios niveles a su economía - no sean capaces de oponerse a pretensiones territoriales que, además de Taiwán y las áreas del Mar de China Oriental, también incluyen gran parte del Mar de China Meridional, una zona de interés económico específico para muchos países del Sudeste Asiático.