La actividad industrial de Beijing se desacelera por tercer mes consecutivo
El índice Caixin cae a 50,6 puntos en febrero, tras el 51,5 de enero. La demanda nacional y extranjera se redujo a causa de la pandemia. Las empresas chinas no contratan personal. Alarma por la caída de la recaudación fiscal. El peso de la deuda acumulada por los gobiernos locales.
Beijing (AsiaNews) – La producción industrial china se desaceleró por tercer mes consecutivo, señal de cuán frágil sigue siendo la recuperación económica tras el pico de la pandemia del Covid-19. Es lo que se desprende de la lectura del índice Caixin sobre la actividad manufacturera, publicado hoy. En febrero, la cifra bajó a 50,6 puntos, después de los 51,5 registrados el mes anterior. Cabe destacar que cuando el índice se ubica por encima de 50 indica que la economía está en expansión; por debajo de ese nivel señala una contracción.
El crecimiento industrial alcanzó su nivel más bajo desde mayo del 2020. Los expertos esperaban que el índice se mantuviera en 51,5 puntos. Tanto la demanda como la oferta de productos manufacturados cayó debido a la crisis de la pandemia. La congelación de los viajes interprovinciales durante el Año Nuevo Lunar fue un factor de peso, al igual que el escaso número de órdenes provenientes del extranjero.
El subíndice de empleo también muestra una baja por tercer mes consecutivo, lo que confirma el panorama negativo: las empresas no contratan personal. A corto plazo, sin embargo, los analistas prevén un fuerte crecimiento del PIB (8,5% este año), principalmente por la expectativa de superar la emergencia del coronavirus en el exterior y el consiguiente crecimiento de las exportaciones.
A largo plazo, las previsiones son menos alentadoras. Los planes de estímulo fiscal han arrasado con el presupuesto público. Además, el rápido envejecimiento de la población constituye una amenaza para el crecimiento productivo. En un discurso pronunciado en diciembre y dado a conocer en los últimos días, el ex ministro de Economía Lou Jiwei dio la voz de alarma. Señala que la recaudación fiscal se mantendrá baja en los próximos cinco años, mientras que la deuda seguirá creciendo.
En 2020, el gasto público aumentó un 2,8%; la recaudación fiscal cayó un 3,9%, el primer descenso desde 1976. La cifra más preocupante es la de las administraciones locales. Lou señala que, entre este año y 2025, aproximadamente una cuarta parte de las provincias tendrá que utilizar la mitad de sus ingresos para pagar sus deudas.
06/03/2021 11:23