La República Popular y la Iglesia: el 'doble' aniversario en Ordos
El 1 de octubre, en coincidencia con el más patriótico de los aniversarios, la diócesis de Hohhot en Mongolia Interior también recordó el 150° aniversario de la primera presencia de los misioneros Scheut en su ciudad. Porque, a pesar de la retórica antiimperialista, había una Iglesia que amaba a China y a su pueblo incluso antes de 1949.
Milán (AsiaNews/Agencias)- En estas horas en que la República Popular China celebra los 75 años de su fundación, las comunidades católicas también han sido objeto de la presión de las autoridades locales para vivir este aniversario con "espíritu patriótico". Los sitios católicos "oficiales" publican en forma destacada los relatos de los eventos organizados por las diócesis para celebrar el "cumpleaños de la Patria", con las inevitables recomendaciones a los católicos para que - como dijo por ejemplo Mons. Shen Bin en Shanghai - "continúen la hermosa tradición de patriotismo y amor a la Iglesia estudiando profundamente el espíritu de la Tercera Sesión Plenaria del XX Comité Central del Partido Comunista de China".
Dentro de los límites muy estrechos de esta "fidelidad" se juega hoy el desafío de ser "buenos cristianos y buenos ciudadanos", el horizonte que señaló el Papa Francisco en su diálogo con las autoridades de Beijing. Precisamente por esta razón, sin embargo, vale la pena señalar una interesante decisión que tomó la diócesis católica de Hohhot, en la región autónoma de Mongolia Interior, que el pasado 26 de septiembre celebró en Ordos en un mismo acto los 75 años de la fundación de la República Popular China y el 150 aniversario de la primera iglesia en su territorio, San Francisco Javier, en el barrio de Chengchuan. En efecto, en 1874 llegaron a esta ciudad los primeros misioneros de la Congregación del Inmaculado Corazón de María, los misioneros belgas de Scheut, que pocos años antes habían comenzado la evangelización de las poblaciones de etnia mongol.
Según informa el sitio católico chino Xinde, el obispo Paolo Meng Qinglu y 25 sacerdotes de la diócesis presidieron una celebración solemne en presencia de religiosos y religiosas y de más de mil fieles. También aquí, obviamente, el día comenzó con el izamiento de la bandera y toda la ceremonia de himnos, consignas patrióticas y la perspectiva de sinización indicada a todas las confesiones religiosas por el presidente Xi Jinping. Sin embargo, en la homilía de la misa el obispo también recordó claramente el amor de los misioneros belgas por el pueblo de Ordos y el aporte que ellos hicieron a la comunidad local.
Xinde explica que al principio los dos primeros misioneros Scheut que llegaron a la ciudad enseñaban en tiendas de campaña o en cuevas alquiladas, hasta que en julio de 1874 pudieron construir la primera iglesia, muy pobre. En los comienzos su misión fue extremadamente difícil: sólo tres familias mongoles se unieron en los dos primeros años; pero los sacerdotes perseveraron y trabajaron duro para aprender el idioma mongol y la cultura local. Cuando llegó una grave hambruna, compraron ganado para donarlo a la gente. Poco a poco la comunidad fue creciendo, consiguió incluso recuperarse después de la dura prueba de la ola de violencia de 1900, y construyó una nueva iglesia más grande. La misión también pudo abrir la primera escuela católica y una imprenta, que les permitió imprimir y distribuir diversos libros en mongol y sobre la historia de Mongolia. También comenzaron a florecer las primeras vocaciones locales.
Ya antes de 1949 existía, entonces, una historia de profundo amor de la Iglesia por China y su pueblo, que ninguna retórica nacionalista puede borrar. Y es hermoso que en una diócesis china se haya recordado el más patriótico de los aniversarios. Ser "buenos cristianos y buenos ciudadanos" en la República Popular China, probablemente también significa eso.
05/09/2023 18:09