La ONU ‘le pega’ a Kuala Lumpur: Debe revisar los datos sobre la pobreza

El gobierno malasio afirma que solo el 0,4% de la población vive por debajo de la línea de pobreza. Para el relator especial de la ONU, el dato real oscila entre un 16% y un 20%. Cerca del 9% de los núcleos familiares del país sobrevive con menos de 2.000 ringgits (431,47 euros) por mes.

Kuala Lumpur (AsiaNews/Agencias) – Las Naciones Unidas (ONU) cuestionan las declaraciones del gobierno malasio en las que se afirma que el país ha erradicado la indigencia. Según datos brindados por Kuala Lumpur, la tasa de pobreza en Malasia, que era del 49% en 1970 ha caído, llegando a apenas un 0,4% en el 2016. Sin embargo, Philip Alston (foto), relator especial de la ONU en materia de pobreza extrema y derechos humanos, afirma que las cifras mencionadas se basan en mediciones obsoletas: el umbral de pobreza ha permanecido en el mismo nivel por décadas, a pesar de que el costo de vida ha ido aumentando cada vez más.

Ayer, el experto mantuvo una conferencia de prensa al término de una visita de 11 días al país del Sudeste asiático. Según Alston, los análisis conducidos por grupos independientes sugieren que en Malasia aún perdura “una pobreza considerable” y que la tasa de indigencia en realidad se ubica entre el 16% y el 20%. “Los datos oficiales teóricamente convertirían al gobierno en el campeón mundial de la eliminación de la pobreza… Sin embargo, a mi modo de ver, es obvio que este no es el caso”, afirmó. Kuala Lumpur fija el umbral de pobreza en 980 ringgits malasios (211,42 euros) mensuales por familia. Para Alston, la cifra es “ridícula”: significa que una familia urbana de cuatro personas debiera sobrevivir con 8 ringgits (1,73 euros) por persona, por día. El relator de la ONU agregó que casi el 9% de los núcleos familiares del país sobrevive con menos de 2.000 ringgits (431,47 euros) por mes.

Alston también ha resaltado que los pobres de Malasia, y en particular los tribales Orang Asli, padecen violaciones de sus derechos civiles y políticos que son desproporcionadas: “las poblaciones indígenas sufren por tasas de pobreza mucho más elevadas y, a pesar de las elogiables proclamas del gobierno para garantizar sus derechos, su tierra ancestral está sitiada. Ello pone en peligro su sustento y seguridad alimentaria y el acceso a las medicinas tradicionales”. El experto, que presentará un informe detallado en Ginebra en junio del año próximo, concluyó su declaración recordando la situación de numerosas personas que no gozan de la ciudadanía malasia. Entre ellas figuran migrantes, refugiados y apátridas. Estas personas se encuentran excluidas del sistema escolar público, tienen graves obstáculos para acceder a la atención médica y muchas veces no pueden trabajar en un marco legal. Y cabe remarcar que no están incluidas en las estadísticas oficiales sobre la pobreza.