La Iglesia mongol celebró sus primeros 25 años
En 1992 llegaron 3 misioneros de la Inmaculada. En estos años los católicos son actualmente unos 1500 y en el año 2016 fue ordenado el primer sacerdote mongol y hay otro seminarista. “La fe de estas personas es valiente como los brotes de hierba que surgen en la tierra pedregosa” del desierto de Gobi.
Ulaanbaatar (AsiaNews) – La Iglesia católica celebró el domingo pasado, 9 de julio sus 25 años. En 1992, de hecho, llegaron tres misioneros al “país del cielo azul” e intentaron reconstruir una Iglesia que la tradición dice fue fundada en el S. VI, pero que los siglos y 70 años de dominación soviética habían eliminado.
Los tres religiosos del Corazón Inmaculado de María (CICM) y comenzaron su misión en un departamento alquilado. Entre ellos estaba también el futuro Prefecto, Mons. Padilla. Desde entonces las conversiones al catolicismo fueron más de 1500, las parroquias de cero pasaron a ser seis y la comunidad católica creó infraestructuras sanitarias y educativas muy apreciadas en el país.
Desde el 28 de agosto de 2016, además, la Iglesia tiene su primer sacerdote autóctono, Joseph Enkh-Baatar. Ordenado diácono en 2014, fue al seminario en Corea del Sur y una vez que volvió, antes de su ordenación visitó todas las parroquias locales, pasando al menos un mes en cada una de ellas.
Actualmente hay otro joven mongol que estudia en el seminario y los bautismos continúan, en un país con una fuerte tradición budista. El p. Giorgio Marengo, misionero de la Consolata, que vive en las estepas de Asia desde 2003, narró AsiaNews, que en un país como Mongolia, “donde la mayoría de la población es budista y chamánica y existe una fuerte superposición entre el elemento religioso y la pertenencia cultural, el único modo para evangelizar es llegar al corazón de las personas, susurrando el cristianismo”.
El p. Lusuka Mende, párroco de la catedral de Ulaanbaatar, en una entrevista a radio vaticana dijo: “hay muchas escuelas primarias. Con Caritas Mongolia realizamos muchos proyectos en agricultura en el desierto de Gobi, que ya fueron concluidos. Ayudamos también a la inserción social de los mongoles que vuelven del extranjero”.
Lo que obstaculiza el crecimiento de la joven Iglesia mongol existen algunos obstáculos puestos por las autoridades. Como el hecho que sólo los mongoles pueden ser propietarios de bienes, algo que no ayuda a una Iglesia compuesta sobre todo por misioneros extranjeros o que las instituciones extranjeras deben utilizar del 75 al 95% de personal mongol.
Pero, nos contó el p. Marengo en la Pascua de este año: “la fe de estas personas es valiente como los brotes de hierba que surgen en la tierra pedregosa” del desierto de Gobi.
28/09/2020 15:40
25/08/2016 10:36