La Iglesia Ortodoxa de Ucrania, ligada a Moscú, pidió restituir Crimea a Kiev
Moscú (AsiaNews) -
La Iglesia Ortodoxa de Ucrania, fiel al Patriarcado de Moscú,
ha vuelto a hablar de la integridad territorial de la ex república soviética y en contra de la anexión de Crimea a
Rusia, que tuvo lugar en marzo,
después de un controvertido
referéndum. Todo a pocos días
de la entronización, 17 de agosto, del
nuevo Metropolitano de Kiev,
Onufry (ver foto), quien en el pasado se había expresado en contra de la interferencia del Kremlin en la península en el Mar Negro. Mientras
tanto, el patriarca de Moscú,
Kirill, guarda silencio sobre el tema de Crimea, pero no escatima nuevos ataques
contra los griegos-católicos de Ucrania, instando
a todas las iglesias a defender
la ortodoxia en el país.
"Como los ciudadanos de Ucrania, pensamos
de la misma manera que nuestro gobierno
y la comunidad internacional de que
la península de Crimea es territorio de Ucrania y debe ser devuelto",
dijo en una conferencia de prensa el Arcipreste
Georgi Kovalenko, jefe del Departamento sinodal para la Información,
según ha informado la agencia RBC.
En este contexto, la Iglesia de Ucrania dijo
que estaba "contenta" de que su diócesis aún permanezca en Crimea, bajo la jurisdicción del metropolitano de Kiev,
y no haya sido
absorbida por el Patriarcado de
Moscú. Por último, el Arcipreste
Georgi ha querido subrayar que en el este de Ucrania
no hay un conflicto inter-religioso en curso, sino interestatal.
La Crimea es un
tema delicado para la Iglesia local ortodoxa y la rusa. Como
regente, poco antes del referéndum sobre
la anexión, Onufry había lanzado un llamamiento a Moscú, para que hiciera
"todo lo posible para preservar
la integridad territorial de Ucrania".
"De lo contrario, se infligirá una sangrante herida a la unidad de nuestros dos pueblos, que se reflejará de una manera
dolorosa en nuestras relaciones mutuas", advirtió el entonces
Obispo y locum tenens.
Sobre la cuestión, Kirill ha optado por un perfil
bajo desde el principio y ha
optado por no participar, por ejemplo, en el discurso del presidente Vladimir Putin al
Kremlin, que ha consagrado la "reunificación"
de la península en el Mar Negro a Rusia.
En este gesto los
analistas, como también lo ha dicho AsiaNews, han leído la extrema vergüenza del
Patriarcado de Moscú frente a la crisis
de Ucrania, que amenaza con alterar incluso la estructura de las mismas instituciones eclesiásticas, y enviado
al aire las perspectivas de desarrollo construidas con
gran tenacidad por el mismo
Kirill, en los últimos años.
La idea que en el fondo de la crisis ucraniana, pueda afirmarse
solicitudes para una iglesia ortodoxa independiente de Moscú, las dudas sobre
que puede hacerse con la diócesis de Crimea, sin irritar al metropolita de Kiev,
creando así nuevas fracturas, afligiendo al Patriarca, quien sobre Ucrania había
dirigido muchos de sus cartas.
En esto, como suele suceder también en el plano político en Rusia, la Iglesia Ortodoxa
ha identificado una amenaza de un
"enemigo exterior" para "la integridad del territorio canónico",
la teoría que afirma el poder de jurisdicción de Moscú en todos los fieles ortodoxos de las ex-repúblicas soviéticas, en lo
cual Ucrania es la principal. Los enemigos han vuelto
a ser el griego-católica, llamado por el término despectivo de uniatas,
porque están en comunión con el Papa. En una reciente carta al Patriarca de Constantinopla,
Bartolomé, Kirill ha denunciado la
"agresividad" de la uniata y los cismáticos
(otras Iglesias ucranianas
independientes de Moscú y no
canónicamente reconocidas), que "invitaban a confiscar las iglesias y
erradicar la ortodoxia del
territorio ucraniano".
El arzobispo mayor de Kiev, Sviatoslav Shevchuk,
en varias ocasiones ha enviado a remitente tales acusaciones, lanzando
llamamientos para la reconciliación y las invitaciones para abrir un diálogo
sincero basado en la verdad.