La Corte suprema suspende el referéndum sobre el Kurdistán

El tribunal supremo se dispone a examinar los recursos de apelación presentados en relación al plebiscito. La polémica se centra en la “constitucionalidad” de dicho referéndum. En Bagdad se aguarda una delegación kurda para llevar a cabo una reunión oficial. Preocupación en las cancillerías del mundo: la cuestión de la votación arriesga debilitar la alianza árabe-kurda entablada contra el ISIS y detonar un nuevo conflicto interno.

Bagdad (AsiaNews/Agencias) - La Corte suprema iraquí ha ordenado que se proceda a suspender el referéndum kurdo por la independencia, el cual estaba programado para el próximo 25 de septiembre y en vista del cual han surgido muchas divisiones y polémicas tanto en el ámbito regional como internacional. En tanto, continúa creciendo la campaña de presión desarrollada por las cancillerías del mundo –a excepción de Israel, única potencia que se muestra a favor de la secesión de Erbil- para la cancelación del inminente plebiscito.

A menos de una semana de la consulta popular, los jueces de la Corte suprema han emitido “la orden de suspender la organización” hasta que sean examinados “los recursos de apelación recibidos”; la cuestión central que se debate es la “constitucionalidad” del acto mismo.

Ayas al-Samouk, vocero de la Corte Suprema, ha confirmado que en las últimas semanas se han presentado “numerosos recursos”; fuente judiciales agregan que cuando menos ocho miembros del Parlamento habrían recurrido al tribunal para detener el referéndum. También intervino en el caso la oficina del Primer ministro Haider al-Abadi, quien no tiene intenciones de privarse de una región rica en petróleo, que además resulta estratégica en la lucha contra los yihadistas del Estado islámico (EI, ex ISIS).

Hasta ahora, el presidente kurdo Massud Barzani, a la vanguardia en la lucha por la independencia, no ha querido comentar la disposición de la Corte Suprema. Hoy se aguarda la llegada de una delegación kurda a Bagdad, que tratará la cuestión con el gobierno iraquí; en el encuentro no participará el premier, dado que se encuentra en Nueva York para participar en la Asamblea general de las Naciones Unidas.

Ya ha hecho su arribo a Erbil el ministro de Defensa británico, Michael Fallon, quien busca convencer a Barzani de que se proceda a detener la organización de la consulta popular. “Le diré a Massud Barzani que no apoyamos el referéndum kurdo”- afirmó Fallon, y que “estamos trabajando con la ONU en un plan alternativo”.

Se ha difundido el temor de que dicha votación a favor de la independencia pueda debilitar la alianza árabe-kurda, que ha mostrado ser fundamental en la lucha contra las milicias del EI en Irak y en la vecina Siria. A esto se suma el peligro de una nueva guerra interna en Irak –como ha sido subrayado recientemente por el Patriarca caldeo, que ha hecho un llamado al diálogo y a la reconciliación- en la cual árabes (iraquíes) quedarían enfrentados con los kurdos.

En las últimas horas, Turquía también se está moviendo en el tablero regional, en vista de un plebiscito que podría alimentar un irredentismo interno en la región sudoriental -donde la mayoría de la población es kurda- que en el pasado ya ha sido escenario de una lucha separatista. De ahí la decisión de reunir tropas en la frontera con Irak, además de promover una serie de operaciones militares.

Analistas y expertos resaltan que el nacimiento de un bastión kurdo en un área sobre la cual ya se ciernen disputas no haría sino inflamar aún más la región medio-oriental: una división de Irak terminaría redimensionando, de un modo considerable, las posibilidades de influencia ejercidas por Turquía, Irán y Arabia Saudita. E incluso los Estados Unidos se disponen a suspender la ayuda militar en caso de que el Kurdistán y la dirigencia de Erbil prosigan con el proyecto del plebiscito.

La situación se presenta igualmente crítica en la vecina Siria, donde los kurdos han jugado un rol estratégico –y fundamental- en la lucha contra el ISIS. El área disputada es básicamente la de Deir ez-Zor y los territorios situados al este del Río Éufrates, que, por otro lado, son aquellos más ricos en recursos petrolíferos y del subsuelo. Esta zona también reviste una importancia estratégica para Damasco, debido a las numerosas vías de acceso que ofrece, e incluso resulta de importancia para la misma Teherán, dado que forma parte del llamado “corredor chiita” que conecta la capital de la República islámica con el Mediterráneo.