La 'fuga de cerebros' frena el crecimiento de Singapur

de Steve Suwannarat

La ciudad-estado cuenta con uno de los mejores pasaportes del mundo en "capacidad de gasto" y se ha consolidado como centro financiero y productivo. Directivos y profesionales se encuentran entre los mejor preparados del continente asiático. Pero las autoridades están preocupadas por el éxodo de "cerebros", un dilema que va de la mano con un bajo nivel de natalidad y la proporción de extranjeros en la población activa.

Singapur (AsiaNews)- La influencia de Singapur va mucho más allá de los estrechos límites de su territorio o de aquellos, mucho más amplios, a los que le destina su papel de gran centro financiero, productivo y terciario avanzado. Esto se debe entre otras cosas a la diáspora de directivos y profesionales formados en algunas de las mejores universidades de Asia, para uno de los sistemas educativos y empresariales más exigentes y funcionales, así como a un pasaporte primero en el mundo en términos de prestigio y “capacidad de gasto”.

Ejemplos de ello son los singapurenses que han asumido cargos directivos en otros países, como el CEO de Tik Tok, Shou Zi Chew y el de PepsiCo, Tan Wern Yuen.

Sin embargo, las autoridades están preocupadas por la fuga de cerebros de la ciudad-estado, que vive la paradoja de perder un gran número de profesionales de alto nivel y de jóvenes recién graduados en beneficio de multinacionales o empresas fuera de sus fronteras, mientras lucha por satisfacer sus propias necesidades para cubrir empleos calificados.

A este dilema se suma la complicada relación entre la mano de obra local y extranjera, y el bajo nivel de natalidad, una “lacra” que para la ajetreada república viene de lejos y a la que hasta ahora ninguna intervención oficial ha logrado poner remedio, obligándola a recurrir cada vez más a inmigrantes de muy variadas nacionalidades.

No obstante, muchos se preguntan en este momento cómo es posible que una realidad que siempre ha importado talentos extranjeros también vea crecer su exportación. De hecho, no pasa desapercibido que el año pasado el número de personas que se ofrecieron para estudiar o trabajar en el exterior creció un 72% respecto a 2020 (en 2019 rondaron los 215.000 sobre un total de 341.000 expatriados).

Una respuesta, aunque parcial, proviene de la última investigación sobre los líderes asiáticos globales (Global Asian Leaders), que identificó los rasgos que comparten cada vez más los líderes emergentes de Singapur y los globales. Compartidos y buscados son, de hecho, los beneficios de una exposición prolongada a un entorno extranjero, ya sea a través de programas públicos o privados que amplían los conocimientos, pero que sobre todo conducen a compartir estilos de trabajo y enfoques de los problemas, distintos de los habituales en la ciudad-estado.

Con algunas limitaciones, sin embargo, que también plantean interrogantes, destaca otra encuesta de la Cámara de Comercio Estadounidense en Singapur, que en la edición de 2022 de su informe sobre el empleo mostraba que, si bien en la república del Sudeste Asiático el talento local ocupa más de la mitad de los roles gerenciales en el 60% de las empresas contactadas, los singapurenses en roles de liderazgo no han aumentado en el ámbito regional o global. La encuesta indica que un límite en la comparación con otras realidades empresariales radica en las características del sistema de Singapur, que responde a reglas y estándares propios promovidos por el sistema educativo y adoptados también en el sistema empresarial y productivo. Estos incentivan la preparación y la participación pero no la iniciativa individual, lo que se traduce en un enfoque más directo e inmediato de las necesidades. Menos proclive a los formalismos y a una carrera planificada y más hacia el dinamismo y la planificación.