Líbano, refugiados sirios: ACNUR ‘abierto’ a la reubicación y repatriación voluntaria

de Fady Noun

Filippo Grandi concluyó una visita al Líbano con un "llamamiento urgente" a la comunidad internacional. En Líbano viven casi dos millones de refugiados, pero "sólo 830.000 están registrados”. Comienzan a barajarse alternativas a la naturalización, para resolver este asunto "complejo y problemático". El nudo de la seguridad y el fin de la guerra en Siria se mantiene, mientras Turquía amenaza con desplegar una operación militar terrestre.

Beirut (AsiaNews) - "No debemos desistir, debemos permanecer junto al Líbano". Es el reclamo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, al término de su visita de tres días en la que se reunió con los dirigentes del país de los cedros -el primer ministro interino Nagib Mikati, el presidente del Parlamento Nabih Berry y el ministro de Asuntos Sociales Hecto Hajjar.

En un "llamamiento urgente" a la comunidad internacional, Grandi instó a apoyar a esta nación que alberga "una de las mayores poblaciones de refugiados per cápita del mundo". No sin dificultades, ya que la permanencia de casi dos millones de refugiados sirios (de los cuales sólo 830.000 están registrados en la ONU) es una cuestión "compleja y problemática".

La posición del diplomático italiano refleja una situación sobre el terreno que él mismo conoce de primera mano. En el pasado, Beirut arremetió contra la ONU y la Unión Europea por querer instalar refugiados en su territorio, chocando con una postura que no tendría en cuenta su equilibrio demográfico.

En este sentido, la publicación del comunicado del ACNUR refleja un cambio respecto a la solución simplista de naturalizar a los refugiados. Y es visto como una buena señal. El texto establece que hay que "seguir trabajando con los actores clave para encontrar soluciones a largo plazo para los refugiados sirios, incluida la reubicación en terceros países y el retorno voluntario -seguro y digno- a Siria". La palabra "incluida" demuestra que la UE y las organizaciones internacionales no han abandonado el proyecto inicial de naturalización. Y que hay una carrera entre dos planes opuestos: uno, que presiona para que los refugiados se queden en el territorio del Líbano, a cambio de una ayuda masiva; otro, que pretende la repatriación lo antes posible, y al mismo tiempo, que se ponga fin a la guerra en Siria.

Al ser consultado por el plan de retorno de 15.000 personas al mes -elaborado en el pasado verano y luego congelado- el ministro de Asuntos Sociales supeditó el tema a la "oficialización" de las relaciones con Damasco. Las relaciones entre los dos países se interrumpieron tras la exclusión de Siria de la Liga Árabe en 2011. En este sentido, se está estudiando una visita de Hajjar a Siria, precisamente para reanudar las repatriaciones.

Ayuda alimentaria

Una muestra del interés de la ONU por el Líbano -y por establecer planes a largo plazo- es el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas: la ONU prometió en noviembre una ayuda de 5.000 millones de euros a Líbano para garantizar su seguridad alimentaria. El anuncio se hizo durante una conferencia del jefe del gobierno saliente y el director de PMA en Líbano, Abdallah al-Wardat. El nuevo plan prevé casi 5.400 millones de euros repartidos en tres años, que beneficiarán a "un millón de refugiados sirios y un millón de libaneses" indigentes entre 2023 y 2025.

En cuanto a las repatriaciones, Líbano asegura que son voluntarias, pero oculta los casos de detenciones arbitrarias que se produjeron en el pasado -cuya mayor parte corresponde a hombres jóvenes que no respondieron a la llamada a las armas en Siria.

Muchos vacilan en regresar, y entre ellos se cuentan los refugiados sirios que proceden de la provincia de Idlib y las regiones del norte de Siria, donde continúan los combates, combinados con la reciente amenaza de una ofensiva terrestre por parte de Turquía. Sobre este tema conversamos con Alí (el nombre es ficticio, para proteger su identidad). Él trabaja como cuidador y dice que "no tiene los medios” para volver a su país: ello supone pagar "miles de euros" "a los contrabandistas para sortear las zonas peligrosas" y poder regresar a casa.

Sumado a lo antedicho, la presencia masiva de sirios en Líbano genera un rechazo en la comunidad libanesa que los acoge. Además, tras el asesinato de un adolescente a manos de dos sospechosos sirios en Aqtaint, en el sur del Líbano, se han endurecido aún más las restricciones contra los refugiados. En las fronteras se detiene a los que no poseen documentos válidos, se refuerzan los controles y las normas para circular son más estrictas, incluyendo el toque de queda nocturno. Este último aspecto es "complejo y difícil" de resolver, como bien señala Filippo Grandi.