Kuala Lumpur revoca el pasaporte a quien critica al gobierno
El Ejecutivo ha decidido privar del documento a los opositores, “para tutelar la imagen del Estado”. El 15 de mayo, la líder del movimiento Bersih fue bloqueada en el aeropuerto. Según los activistas, es el enésimo intento del premier Najib Razak – quien se encuentra en el centro de un escándalo financiero- de acallar a cualquier clase de adversario: “Malasia se está transformando en un Estado policial”.
Kuala Lumpur (AsiaNews) – Cualquiera que desacredite o ponga en ridículo el accionar del gobierno podrá ser privado del pasaporte y del derecho a viajar al exterior por al menos tres años. Aquellos que critiquen a las autoridades de un país extranjero serán bloqueados en Malasia por tres años, a su regreso. Son las medidas decididas por la administración de Kuala Lumpur, que fueron informadas por una fuente del diario local The Star. Según la fuente, las leyes se encuentran activas desde hace ya algunos meses. Activistas y opositores consideran esta decisión como el enésimo intento del premier Najib Razak – quien se encuentra en medio de un escándalo financiero- por acallar a todo tipo de adversario.
Sakib Kusmi, director general de Inmigraciones, confirmó a noticia agregando que la posesión del pasaporte no es un derecho del ciudadano, sino un privilegio concedido por el Estado.
El 15 de mayo pasado, activistas y abogados en defensa de los derechos humanos protestaron contra el gobierno luego de que las autoridades decidieran impedir a Maria Chin Abdullah, presidente de la Coalición para las elecciones honestas y limpias (Bersih), que se dirigiera a Corea del Sur. El movimiento pide fuertemente la renuncia del premier Najib, sobre el cual se ciernen sospechas de corrupción y de haberse apropiado de 681 millones pertenecientes a un fondo de inversiones estatales, el 1MDB.
En julio de 2015 una investigación del Wall Street Journal reveló que millones de dólares fueron depositados en una cuenta privada que conduciría al Primer Ministro. Mohamed Apandi Ali, procurador general, declaró que las investigaciones revelaron que “dichos fondos no son una forma de soborno o corrupción” sino que provienen de la familia real saudita. En agosto pasado, el grupo Bersih organizó una imponente manifestación por las calles de Kuala Lumpur, en la cual al menos 250.000 personas pidieron la renuncia de Najib. Como represalia, el Primer ministro hizo bloquear el sitio del grupo, así como el de otros movimientos críticos.
Según Tony Pua, diputado por el Democratic Action Party, la actitud del gobierno muestra “una falta de transparencia y de responsabilidad que indican una clase dirigente cuya sola intención es abusar de su poder para reprimir a críticos y disidentes”. El político juzga que las medidas restrictivas aplicadas en la cuestión de los pasaportes dan “prueba de que Malasia se está transformando en un Estado policial”.
15/12/2022 14:19
02/09/2022 17:31