Kuala Lumpur descubre su envejecimiento: el 'país que envejece' se ha convertido en una sus prioridades
A pesar de que la edad promedio todavía ronda los 31 años, los mayores de 65 años ya representan el 8,1% de los más de 35 millones de malasios, y es una proporción destinada a crecer rápidamente por el efecto combinado del invierno demográfico y el aumento de la esperanza de vida. En una sociedad donde el cuidado de los ancianos todavía se encuentra casi por completo en manos de la familia.
Kuala Lumpur (AsiaNews) - Malasia se enfrenta cada vez más a un envejecimiento acelerado de la población. Si bien el fenómeno evoluciona con una rapidez y una magnitud que todavía es inferior a las de sus vecinos singapurenses, tailandeses y vietnamitas, la situación es preocupante, comenzando por la insuficiencia de asistencia cualificada para los ancianos, que todavía se encuentra casi por completo en manos de la familia.
No hay personal ni servicios especializados, y estas preocupaciones, así como las perspectivas de una demografía cada vez más envejecida, han comenzado a formar parte del debate político. En efecto, se está preparando un específico “Libro Blanco sobre la Agenda de la Nación que Envejece” como parte del “Decimotercer Plan para Malasia”, el documento que en la sesión parlamentaria de junio y julio deberá marcar el papel y la evolución del país ante los desafíos internos y globales.
Los datos oficiales muestran que los mayores de 65 años ya representan el 8,1% de los más de 35 millones de malasios. Kuala Lumpur ha superado el umbral del 7% fijado en 2024 por el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo) para definir a los “países en vías de envejecimiento”. El crecimiento previsto, superior al que se había anticipado anteriormente, tendría como resultado a una “sociedad envejecida” en 2040, cuando el porcentaje de mayores de 65 años habrá aumentado al 14,5 por ciento.
No se trata de una evolución repentina, pero quizás sí hasta ahora subestimada, como resultado de varias causas concurrentes, comenzando por un aumento de la esperanza de vida y un rápido descenso de la natalidad, con una tasa de fecundidad que ha pasado de 2,2 hijos por mujer en 2012 a 1,7 en una década, por debajo de la tasa de reemplazo que permite mantener en equilibrio el número de nacimientos y defunciones. El “libro blanco” fue anunciado hace tiempo por el ministro de Economía, Rafizi Ramli, y otros responsables del gobierno, subrayando la necesidad de intervenir en el empleo, la educación, la salud pública y los cuidados de larga duración.
Varios analistas señalan que tal vez se ha esperado demasiado tiempo para construir estructuras adecuadas de apoyo y fomentar un cambio de mentalidad respecto de los ancianos. Como señaló Lee Min Hui, consultora del Fondo de Población de las Naciones Unidas, “si hay mujeres que tienen que dejar el trabajo para ocuparse de la asistencia y ancianos que tienen cada vez más dificultades relacionadas con la dependencia de cuidados y asistencia accesibles, habría sido mejor que estas cuestiones se hubieran abordado antes”. Sobre todo, como en este caso, cuando se trata de sociedades en las que el declive ha sido precoz y más intenso. Es cierto que en comparación con la vecina Singapur, donde la edad media ha alcanzado los 43 años, los 31 años de Malasia parecerían indicar una situación aún manejable, pero sólo si se toman decisiones rápidas e incisivas.
16/12/2016 15:38