Ko Ni había hallado una “escapatoria” para abolir la Constitución. Los militares lo mataron
Es lo que afirma un colaborador del abogado musulmán que fue asesinado a fines de enero. Habría bastado con una sola votación en el Parlamento, obteniendo la mayoría simple, para “abolir” la Carta y “adoptar una nueva”. La muerte es una “señal” del ejército dirigida a quienes trabajan por una reforma. Impera un “clima de miedo” dentro de la NLD.
Yangon (AsiaNews) - Ko Ni – constitucionalista destacado y consultor de la Liga Nacional por la democracia (NLD), partido de Aung San Suu Ky, actualmente en el poder en Myanmar – que fue muerto a fines de enero, trabajaba en una reforma orientada a reducir el poder de los militares. Es lo que afirma un estrecho colaborador del abogado musulmán que fue muerto por varios disparos de arma de fuego en el aeropuerto internacional de Yangon. Una revelación destinada a sembrar sospechas –tantas veces negadas por canales oficiales- de un involucramiento de las altas esferas del ejército en el homicidio.
Ko Ni, de 63 años de edad, era un abogado musulmán, célebre en el país por su activismo en el capo jurídico. Una de sus muchas batallas, quizás la más importante y que le ha costado la vida, fue la dedicada a los intentos de reforma de la Constitución, impuesta en el 2008 con un referéndum que terminó siendo una farsa de los militares.
El hombre estaba de regreso en Myanmar luego de haber participado, en Indonesia, en un fórum inter-religioso sobre la tolerancia y la reconciliación. El año pasado, en una entrevista centrada en la reforma constitucional, él había subrayado que “es imposible” modificar la Carta Magna, dada la “persistente” oposición de los militares. Es por eso que “escribir una nueva es la mejor solución, para dar al país una Carta democrática”, agregó.
Si bien actualmente Myanmar se rige por un gobierno civil, el ejército birmano –el infame Tatmadaw, que condujo la nación por más de 50 años a través de un puñado de generales- sigue siendo el verdadero poder fuerte del país. El 25% de los escaños del Parlamento está reservado a los militares, y la Constitución prevé que cualquier intento de reforma debe ser aprobado por más del 75% de los diputados. A los militares también les son confiados, en forma exclusiva, algunos roles que resultan clave a nivel gubernamental, como es el caso de las carteras de Defensa, Interior y Fronteras. Estas condiciones, en efecto, tornan imposible la modificación de la Carta Magna si no se cuenta con el beneplácito de generales y coroneles.
Según lo que informa Bertil Lintner, un estrecho colaborador de Ko Ni, el constitucionalista birmano recientemente habría descubierto una “escapatoria” para sortear el veto militar en un intento de reforma. En una entrevista concedida Voice of America (VOA), el periodista sueco subraya: “[Ko Ni] decía que no hay ningún punto en la Constitución de 2008 por el cual la misma no pueda ser abolida mediante una sola votación en el Parlamento”. Por lo tanto, bastaría con una sola votación en la cual se obtenga la mayoría simple “para abolir la Constitución y adoptar una nueva. Estaba trabajando en esto”.
Lintner también habla acerca de la divergencia de opiniones entre Ko Ni y Aung San Suu Kyi: la líder de la NLD, que actualmente se desempeña como ministro de Relaciones Exteriores, prefiere una reforma “gradual” de la Carta; distinto era el parecer del constitucionalista, que pedía una demostración de fuerza en el recinto. De aquí devino la decisión de las altas esferas militares de ordenar el homicidio del letrado, como señal de “advertencia” de los hombres uniformados a cuantos trabajan en pos de acotar su poder e influencia.
La muerte de Ko Ni, concluye Lintner, ha creado un “clima de miedo” dentro de la NLD. Un juicio que fue rechazado por Win Thein, vocero de los demócratas, para quien no se trata de miedo, sino de dolor “por una gran pérdida”.
17/12/2016 13:14
02/02/2017 13:42