Kerala, en las salas cinematográficas el primer documental sobre los mártires de Khandhamal

El documental tiene por título: “Voces de las ruinas - Khandamal en busca de justicia” y será proyectado del 17 al 19 de julio - El cineasta vuelve a trazar los orígenes de la violencia contra los cristianos de Orissa, en su mayoría pobres tribales y dalit (los sin casta). Los radicales hindúes fueron los protagonistas de varias olas de persecución a partir de los años 60. La lucha de los sobrevivientes para obtener justicia; los números de la violencia.

Thiruvananthapuram (AsiaNews)- Dentro de pocos días se proyectará en tres salas de Kerala, en la zona meridional de la India, la primera película documental sobre la violencia contra los mártires cristianos de Kandhamal (en el Estado de Orissa). El P. Ajaya Kumar Singh, conocido activista social que trabaja entre los sobrevivientes de la violencia del año 2008, explicó a Matters India que la película “no sólo captura la agonía de las personas, sino que también narra sus peregrinaciones y su lucha para obtener justicia”.

El filme, que lleva por título. “Voces de las ruinas - Kandhamal en búsqueda de justicia”, está dirigida por el cineasta K P Sasi. El largometraje dura unos 90 minutos y será proyectado en tres noches consecutivas, del 17 al 19 de julio, en otras tantas ciudades de Kerala: Thrissur, Kozhikode y Thiruvananthapuram, la capital estatal.

El P. Singh explicó la importancia del documental, que recorre los orígenes y las motivaciones de la violencia contra los cristianos de Orissa. El distrito de Kandhamal, donde en agosto de 2008 se realizó el más atroz pogromo contra la comunidad cristiana de toda India, está habitado prevalentemente por tribales y dalit. El odio contra las minorías no es reciente, explicó el activista, sino que viene al menos de los años Sesenta y se manifestó en sucesivas olas de persecución en los años 80, 90 y 2000.

Pero los episodios más graves sucedieron en el año 2008, tras el asesinato del Swami Laxamananda Saraswati, que los radicales hindú del VHP (Vishwa Hindu Parisahad) atribuyeron a los cristianos, no obstante los guerrilleros maoístas habrían admitido su responsabilidad en el hecho. La masacre de los cristianos que rechazaban convertirse a la religión hindú continuó por diversos meses. Los números de la violencia ya están comprobados: casi 100 personas asesinadas; 350 iglesias y lugares de culto destruidos; 56.000 personas evacuadas, obligadas a abandonar sus casas y a refugiarse en los bosques, donde pasaron hambre e indigencia; además de 6.550 casas arrasadas; más de 40 mujeres violadas, entre las cuales hubo una monja.

Las víctimas eran casi todas dalit y tribales pobres, y todavía esperan justicia. Mientras que los criminales siguen libres, los únicos encarcelados fueron siete cristianos, detenidos con acusaciones falsas. Recientemente un grupo de abogados, activistas, intelectuales y escritores han creado un sitio de internet para dar su apoyo e impedir que la causa de las víctimas sea olvidada.

El cineasta declaró que la película trata “de mostrar los problemas de los sobrevivientes, a través de sus voces y escenas dedicadas al análisis de los orígenes históricos de la violencia. En la película se ve el impacto de la violencia en varios estratos de las comunidades, así como la lucha de los sobrevivientes, que piden justicia”.