Karachi: Los católicos se solidarizan con los chiíes por la Ashura

de Shafique Khokhar

La Comisión para el Diálogo Interreligioso y el Ecumenismo (Ccide) ha promovido un "Sabeel" para la comunidad musulmana Dawoodi Bohra. Los actos incluyeron un "paseo" por la zona de la catedral y la distribución de bebidas frías para romper el ayuno. La caravana interconfesional anual de la Rwadari Tehreek Pakistan llegó a Karabla Gamay Shah.

Karachi (AsiaNews) - Una iniciativa marcada por el diálogo y el encuentro entre minorías, a menudo víctimas de abusos y persecuciones. La Comisión católica para el diálogo interreligioso y el ecumenismo (Ccide), dirigida por Mons. Benny Mario Travas y el padre Shakeel Gulzar, ha promovido un "Sabeel" para la comunidad Dawoodi Bohra -de tradición chií- con ocasión del 10 de Muharram, o fiesta de Ashura. Se trata del día en que Alá salva al profeta Musa (o Moisés, con un ayuno de dos días que recuerda al Yom Kippur judío) y que, para los chiíes, ha adquirido un significado adicional: la conmemoración del martirio del imán al-Ḥusayn ibn ʿAlī y 72 seguidores a manos del califa omeya Yazid I. La masacre tuvo lugar el décimo día del mes de muharram del año 40 de la Hégira y el periodo de luto, para el componente minoritario del Islam, dura 40 días. Con este motivo, cada año cientos de miles de peregrinos viajan a la ciudad de Kerbala (Irak), donde se encuentran las tumbas del imán y sus seguidores, para conmemorar el luto.

Durante el acto, los participantes desfilaron promoviendo un "paseo" cerca de la catedral de San Patricio en Saddar, Karachi, rompiendo el largo día de ayuno en el Karachi Parsi Institute (Kpi) con una bebida de fruta fresca distribuida a los transeúntes. El padre Shakeel Gulzar, director del KPC, explicó que el "Sabeel" es "un gesto de unidad en la diversidad. Demuestra", prosiguió, "que aunque pertenezcamos a distintos credos y religiones, somos 'uno' en nuestra pertenencia común a la naturaleza humana y bajo la bandera pakistaní". El sacerdote añadió a continuación que Muharram es para los chiíes "un tiempo de reflexión, luto y solidaridad con Dios, y nosotros, con nuestro Sabeel, hemos mostrado nuestro apoyo".

Observadores y activistas aplauden la iniciativa, explicando que compartir el viaje y el periodo de luto es un maravilloso gesto de unidad por parte de los cristianos, en un espíritu de armonía y cooperación en una región que no pocas veces es escenario de violencia étnico-confesional. Kashif Anthony, coordinador del Ccide, inauguró el "Sabeel" junto con el padre Amir Bhatti, el padre Sunil Sarfraz, la hermana Fazilat y Samantha Rodrigues, presidenta de la Catholic Women's Guild. Kashif elogió a los presentes por unirse y colaborar en la distribución de bebidas frías a los miembros de la comunidad Dawood Bohra, un gesto correspondido por "hombres, mujeres y niños que agradecieron a la comunidad católica de San Patricio este amable gesto" con motivo de la Ashura.

Mientras tanto, la caravana interconfesional anual de la Rwadari Tehreek Pakistan llegó a Karabla Gamay Shah, una de las Imam Bargah (salas rituales) más antiguas de Lahore. La fecha no era casual, ya que se eligió el mes de Muharram precisamente para expresar cercanía y transmitir un mensaje de paz en respuesta a las tensiones confesionales que han ensangrentado la nación en las últimas décadas. La Caravana de la Paz de Rwadari forma parte de la campaña de paz de Rwadari Tehreek para Muharram, que también incluye intervenciones en las redes sociales y otras iniciativas para instar a los ciudadanos a contrarrestar el discurso de odio sectario y promover la armonía. Esta campaña también pretende instar al gobierno, a las instituciones estatales y a otras partes interesadas a que se mantengan vigilantes y adopten una política de tolerancia cero contra el discurso del odio y la incitación a la violencia.

El presidente de Rwadari Tehreek, Samson Salamat, declaró en la reunión interreligiosa que "nuestra prioridad debe ser mantener un entorno pacífico y sin tensiones". Añadió que "cada uno de nosotros, y todas las partes interesadas, deben cumplir con sus responsabilidades sin ningún tipo de negligencia". A lo largo de los distintos discursos, los oradores hicieron un llamamiento unánime "al gobierno y a las instituciones responsables del mantenimiento de la paz y la seguridad" para que ejerzan una "tolerancia cero" hacia el discurso del odio y la incitación a la violencia sectaria. Para una nación próspera y pacífica, concluyeron, es necesario garantizar "una seguridad a toda prueba para todas las reuniones y procesiones religiosas durante el 10 de Moharram".